❤️Día 0❤️

1.2K 146 8
                                    

Este definitivamente era de los casos más complicados que había tenido en toda mi carrera profesional como psicólogo.

—... Déjame vivir mi vida... — fue lo último que escuché antes de por fin posar mi mirada en el pelirrojo que estaba enfrente de mí.

Su mirada estaba perdida en algún punto del suelo mientras Mangel seguía llorando desconsoladamente.

Yo solo observaba la situación, no podía interrumpir a Lolito en ese estado, al menos no en los primeros minutos, necesitaba dejarlo pensar, quizá esté recapacitando, por otra parte Mangel ya me había dicho con anterioridad que le incomodaban los abrazos cuando lloraba.

Aún con eso ver sufrir tanto a, ya no sólo mis pacientes, si no, mis amigos era algo que no iba a dejar que simplemente pasara así que me levanté con cuidado y con paso lento me acerqué con Mangel hasta poner una mano en su hombro, para este punto su llanto ya no era más que un susurro doloroso, él volteó a verme, limpió sus lágrimas y se levantó del asiento.

— Me tengo que ir Auron, necesito estar solo... — dicho esto comenzó a caminar hacia el elevador susurrando una frase que probablemente creyó que no escucharía. — Y necesito estar lejos de Lolito... —.

Una vez Mangel se fue giré mi cuerpo en dirección a Lolito, un Lolito que en todos esos minutos parecía no haber movido ni un solo músculo, avancé unos pasos hasta quedar frente a él, me puse de cuclillas para estar a su altura y vi que aún ni estado frente a frente salía de esa ensoñación, quizá unos minutos más eran necesarios.

Me quedé viéndolo un poco desde la posición que ya había mencionado, pude notar ciertos detalles interesantes de los cuales no me había percatado.

No sabía que tenía pequeñas pecas adornando el puente de su nariz junto a sus mejillas.

No sabía que su cabello era tan naranja hasta que lo vi contra el sol.

No sabía que tenía tantas cicatrices adornando su piel...

No sabía que sus ojos eran de un verde hermoso que denotaba tranquilidad pero que ahora lucían sin vida...

Mientras miraba sus ojos vi como una pequeña lágrima salía de ellos, recorrió parte de su mejilla y amenazaba con caer en sus ropas, sin embargo antes de que eso pasase inconscientemente puse mi mano en su mejilla y con suavidad utilicé mi pulgar para quitar esa gota salada que denotaba la más pura tristeza. Lolito se removió un poco de manera inconsciente y pude ver una diminuta curvatura en sus labios.

Sonreía, o eso es lo que podía ver yo. No duró mucho, pocos segundos después volvió a estar como antes mientras débilmente negaba con su cabeza.

—Lolito— intenté llamar su atención.

Empezó a sacudir más fuerte su cabeza. Miré mi reloj, ya había pasado 13 minutos, ya era suficiente.

—Lolito— intenté por segunda vez llamarlo.

Ya había pasado mucho tiempo y sus negaciones no me parecían ser progreso en sus pensamientos.

De la nada empezó a llorar en silencio aún en shook.

—¿Lolito? — cuestioné con un poco de preocupación empezando a florecer en mi tono de voz.

Esto no estaba bien, necesitaba hacerlo volver o algo malo podría pasarle en esta situación.

—¡Lolito! — alcé la voz esperando que por fin el pelirrojo me hiciese caso y para mi suerte así fue.

A penas recobró consciencia volteó al sillón a su lado que ahora estaba vacío, después volteó a verme a mí pidiendo explicaciones las cuales le di.

— Quedaste en shock 14 minutos, Mangel se fue hace 10 hacia su casa — dije seriamente esperando alguna respuesta de su parte.

Pero no fue así, solo vi como se levantaba de su asiento e iba a recoger sus cosas, supuse que querría ir a su casa para descansar o simplemente estar solo. Mis suposiciones se fueron abajo cuando lo único que sacó fue su caña de pescar, con cuidado acomodó sus demás cosas y cerró el cofre, se puso de pie y dándome una última miraba vacía bajó por el ascensor.

Ok mi papel de psicólogo había terminado.

Rápidamente me levanté de mi asiento llendo hacia el ascensor, bajé y salí mirando por los alrededores, una parte de mí esperaba que Lolito estuviese cerca, sin embargo solo alcancé a ver un cabello rojizo alejarse hacia el norte.

Con prisa volví al ascensor para subir a mi consultorio, corrí hacia la ventana y pude ver a lo lejos como Lolito no dejaba de correr en la misma dirección donde lo había visto irse, esperaba a que se detuviese a descansar para poder tener coordenadas concretas e ir a buscarlo, pero no lo hizo, siguió corriendo hasta que los árboles impidieron que le siguiera el rastro.

Una vez mi vista fue obstruida por los árboles saqué mi celular y me dirigí al chat de Lolito.

Lolito calvo obsesivo 🏹:

׿Lolito?

׿A dónde vas?

Esperé un par de segundos con un poco de angustia, pensando si para este punto ya debería haber prendido la computadora para tratar de encontrar su posición por medio de su celular. Una vibración me sacó de mis pensamientos, Lolito me había contestado.

×Voy de pesca

Rápidamente teclee una respuesta con una gota de sudor resbalando por mi frente pensando lo peor.

×Vamos Lolito
×Regresa y platiquemos
×Por favor
×Tendrás problemas si oscurece
׿Lolito?

Al ver que los mensajes no le llegaban fui al escritorio de mi secretaría Nobita, la cual estaba de vacaciones, y encendí la computadora que ahí estaba, tan rápido como mis dedos me lo permitían intenté rastrear el celular de Lolo, pero no estaba, había desaparecido del mapa.

Seguramente haya ido a la casa de Rubius a pasar la noche, o quizá con Vegetta, ambos tienen un lugar grande para pescar.

Les enviaré un mensaje y en caso de que me digan que no está con alguno de ellos, lo iré a buscar.

No lo abandonaré, ni como psicólogo, ni como amigo.

Lolito... Voy a por ti.

❤️🧡❤️🧡❤️🧡❤️🧡

¿De qué lado sale el sol en Karmaland? Según yo de la parte trasera de la casa de Vegetta, pero no estoy muy segura ^^'

Espero les haya gustado y probablemente hoy mismo o mañana suba más capítulos.

Días de pesca ||Lolitoplay||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora