1. 30% menos

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-Usted no entiende- renegué de nueva cuenta a la consejera- me habían prometido 75% de beca, no 45- indignada, me recargué con mis brazos cruzados sobre el pecho, en el respaldo del sillón individual. No es que fuera mimada, o aferrada a algo, era que sabía perfectamente, que aún con el 45% de beca, batallaría demasiado para poder pagar las colegiaturas.

-Ya le expliqué lo sucedido señorita- insistió la consejera, era una joven mujer con pequeños anteojos sostenidos por su nariz, una falda gris y un pequeño saco del mismo tono, estaba sentada al otro lado del escritorio- no puedo hacer más del 45% o lo toma, o lo deja- dijo ella, volviendo a teclear en su computadora. Sin más aparte de mi orgullo quebrado, salí de su oficina.

Frustración y coraje, eso era lo que sentía ¿Ahora como entraré de lleno a la universidad? ¿Mis sueños? ¿Aspiraciones? Soñaba con ser una gran escritora, una que dejara huella con sus relatos, que sus historias llegarán a la pantalla grande... pero gracias a ese 30% menos de beca, todo prendía de un hilo. Fui a la recepción del edificio, y me senté en uno de los sillones que se encontraban por allí. Y entonces ví aquel cartel que cambiaría todo.

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Dos horas al volante fueron necesarias para volver a la ciudad. Estacione el coche frente al edificio donde vivía. Abrí la puerta principal, para después correr escaleras arriba  hacia el tercer piso, dónde se encontraba el departamento de mi hermana Ronny, y su mejor amiga Yanin. Yo vivía con ellas tras el segundo matrimonio de mi madre. Mi hermana de 25 años ya era una mujer hecha y derecha, con sus logros personales y reconocida como una mujer fuerte. Había estudiado derecho en la universidad y ahora se encontraba ejerciendo su pasión al defender gente frente al tribunal de justicia, o sea siendo abogada.

Totalmente alejada de su ámbito, Yanin había pasado de jugar con mi hermana a las carriolas a los 5 años, a ser una mujer dedicada a su trabajo como educadora de preescolar, y así mismo los fines de semana ayudando a la rehabilitación de niños con cáncer. Ella se sentía orgullosa de su trabajo, al igual que Ronny y yo. Mi hermana y Yanin crecieron juntas su vida entera, desde el colegio, la secundaria y en la universidad, para terminarla y comprar su departamento. Yo siempre había soñado con una clase de amistad de ese tipo, pero, totalmente diferente a ellas, nunca había encontrado una amiga verdadera.

Extraña, callada y sumisa, así es como la mayoría de la gente describía a Nadia Broke, una chica que en lugar de fiesta y alcohol, prefería lápiz, papel y una limonada, rareza para muchos, pasión para...pues para mí.

-¿Cómo te fue?- me preguntó emocionada Ronny desde detrás de la estufa. Yanin estaba sentada en una silla especial para la barra de la cocina, con una revista en mano. Apenas me vieron entrar, ambas centraron su atención en mí.

-Fue un... torbellino de emociones- dije usando una metáfora para explicar la mañana que había tenido. Desesperación, decepción, tristeza y luego felicidad, emoción y determinación.

-Ahorratelo- dijo mi hermana- ¿Conseguiste la beca?

-Pues, si y no- dije con una sonrisa nerviosa, mientras ellas se miraban preguntándose de que diablos estaba hablando

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hola heladitos, el primer capítulo es muy corto perdón, verdaderamente estoy muy emocionada por esta adaptación, los días de actualización serán martes y viernes, disfruten mucho les amo, la portada es temporal, no se apuren


Una escritora sin amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora