16. Camisón y boxers

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Dedicado a
girlofmyidols

Maratón 1/?

- Si Abuela, estamos Bien. - sostuve el teléfono desde el auricular, mientras que hablaba con mi preocupada abuela- Estamos como a una Hora de Nove, mañana arreglamos la llanta y nos vamos.

- Con cuidado, Nadia.

- Claro, descansen. - el teléfono se colgó. El cuarto se quedó en silencio total, ya que Will no se encontraba en la habitación... Él estaba arreglando el asunto de la cama con la vieja anciana que nos había atendido en recepción.

¿Podía ser más incómodo? No Llevábamos ni ropa, ni pijama, no estábamos preparados para quedarnos una noche entera en medio de la carretera. Miré hacia abajo, examinando mi ropa. Mierda - pensé,- ¿Cómo dormiré con este incomodo Suéter y ese no apto para dormir short. La puerta se abrió, y yo di media vuelta, mirando como Will entraba por ella, caminando hacia mí.

- ¿Y bien? - pregunté cruzando los brazos sobre mi pecho. - ¿A qué habitación nos pasarán? - él se mantuvo en silencio, y me miró como si estuviera realmente apenado... - ¡Oh! - estipulé. - ¿No conseguiste otro cuarto?

- ¡La anciana ya estaba dormida! - dijo entre casi susurros. - No podía despertarla, me daba miedo.

- ¿Miedo? - pregunté irónica, seguido de un bufido. - Miedo te voy a dar Yo después de...

- ¡Ya! - dijo Will, alzando ambas manos sobre su cabeza. Yo me detuve entonces, y lo miré con cara de pocos amigos. - No es tan malo como parece.

- Ah, ¿Enserio? - pregunté irónica. - ¿Cómo se supone que dormiremos ahora, genio? ¿Quieres acaso que uno duerma flotando en la ventana? - el frunció el ceño, enojado. Yo realmente me encontraba al borde de la locura.

- Si tú quieres dormir en la ventana, por mí no hay inconveniente. - alzó ambas cejas, y yo hice mala cara. - así yo tengo más cama. - sonrió de oreja a oreja, mientras que se aventaba al colchón revotando en él. Lo miré enojada. Mi mal humor era posiblemente su culpa, la mayoría del tiempo.

Will apagó entonces el televisor. Levante la mirada del libro que leía (uno que había comprado en la biblioteca de la ciudad) y lo miré con cautela. Una de mis pocas cualidades, era la concentración, y un claro ejemplo era que Will podía estar viendo en la televisión lo que fuera, y yo seguía teniendo ese toque de lectura en concentrarme totalmente en el libro y dejar al mundo fuera del resto. Miré a Will detenidamente, hasta que me percaté de que él también me miraba.

- ¿Qué? - pregunté irritada. Él rodó los ojos, riendo. Supongo que pensó algo como "Siempre tan Irritable y desesperada".

- Quiero saber más de ti. - dijo de repente. Yo fruncí el ceño y lo miré con intriga, mientras que giraba la silla de ruedas y quedaba frente a él.

- ¿Que podrías querer saber de mí? - pregunté alzando mi ceja derecha.

- Bueno, si dormiremos juntos mínimo que gustaría saber tu nombre completo, ¿No? - "Dormir Juntos" esa frase simplemente, no me gustaba. Más bien, me incomodaba.
Inspiré aire profundamente intentando calmar mis nervios.

Tenía cierto deje de asco y mareo, náuseas que se reflejaban en ataques a mi estómago, como si mi estómago fuera una caldera, y una bruja estuviera revolviendo algo dentro. Asco.

- Nadia Broke - sonreí alzando ambas cejas. - ¿Algo más?

- ¿No tienes segundo nombre?

- No. - contesté Casi instantáneamente. El asintió la cabeza, mirando hacia la alfombra.

Una escritora sin amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora