Turn off the ligths-Song Minho

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Supongo que tenía que pasar en algún momento...ella y yo. Siempre me provocaba con esos pequeños labios, sus manos en lugares que no deberían estar por accidente. Cuando se sentaba en mi, lo hacía, daba esos pequeños saltos y se movía tanto que solo llenaba mis ganas de hacerlo y ella sin saberlo por su ingenuidad.

Ya no podía aguantar un minuto más por ella, sabía que ninguna vez anterior que lo haya hecho con otra sería igual a estar con ella. Siempre quise ser su primera vez y claro que lo sería.

...
Llegamos a mi habitación y la atraje hacía mi para que tomara asiento en mi piernas en mi, empezamos otra vez con besos pero torne a un beso lento y húmedo, luego mordí un poco su labio, no dijo nada, así que seguí, baje a su cuello, la podía sentir más, deje una marca para luego dejar otra y otra. La tomé de la cintura más fuerte y la presione un poco en mi. Su respiración se empezó a tornar caliente y de sus lindos labios rosas salían pequeños jadeos en mi oído.

Veía como la excitación la llenaba. Sus labios estaban rojos por ese beso tan intenso que la dejó sin aliento. Tocaba sus puntos débiles con delicadeza, cada uno de ellos descubiertos mientras tocaba su cuerpo.

Mis manos bajaron desde su cintura a sus muslos bajo su vestido, hice pequeñas circulos con mis pulgares en ellos. Cotinúe con besos. Sus manos estaban en los botones de mi camisa, quietos y dudosos, no había señales por la cual parar. Desabroché uno de ellos para darle la señal de que siguiera, me miró y ella terminó con los demás.
Quité la camisa por completo, miró cada uno de mis tatuajes que tanto le causaban interés. Pasó sus manos por los del pecho y las clavículas, con su suave tacto.

-Mino ¿Estas son cosas de adultos?- entre sus respiraciones

-Linda, ya eres una adulta y yo también-

-Pero...-

-No tengas miedo, yo cuidare de ti-

-¿Me lo prometes?- levantó su meñique

-Te lo prometo- Hicieron una promesa que no deberían de romper

Empecé a levantar poco a poco su vestido y en cuestión de minutos ya no estaba, su lindo cuerpo que tanto quise ver, su pequeño abdomen, su piel tan suave y de un color lechoso. Giré para recostarla en la cama, me coloque arriba de ella, besé cada parte que pude, desde sus labios hasta sus muslos usando un poco mi lengua.

Jugué un poco con el tirante de su brasier para luego bajarlo, pasé mi mano a su espalda para poder quitarlo por completo. Sentí como quiso taparse con sus manos, así que las tomé y coloqué sus brazos a cada lado de su cabeza.

La besé una vez más y seguí con lo que estaba haciendo, toqué ligeramente sus pezones con mis dedos, luego con mi lengua para que luego quedarán dentro de mi boca; ella no podía dejar de revolcarse por toda la cama además sus gemidos eran lindos con su dulce voz. Pequeños quejas de placer.

Pase mi mano sobre su ropa interior, era tan débil ya que salieron mas gemidos en cuanto lo hice, podía sentir lo mojada que estaba, moví mis dedos un poco arriba de esta para luego pasar a quitarla. Su cuerpo desnudo frente a mi, sabía que era lindo, a decir verdad creo que todos se daban cuenta.
Sus mejillas estaban rojas de la vergüenza y de la excitación.

-Solo relájate- susurré en su oído tan cerca que mis labios chocaban con el

Empecé a tocar su intimidad para exitarla aún mas, frontanto su clítoris y lamiendo sus pechos a la vez.

Despues mi cara estaba hundida entre sus piernas. Puedo decir que el que comiera tantos dulces da su resultado. Ella solo se limitaba a decir pequeños "no, no" cuando aceleraba mi lengua, me tomaba del cabello para que me detuviera pero me hacía no querer parar; me di cuenta que fuí demasiado rapido cuando la cama quedó totalmente mojada de ella y mi boca se llenó de ese líquido. Su cuerpo estaba todavía contrayéndose por el placer. Se veía algo cansada pero apenas iba comenzando. Metí un dedo sin moverlo para que se acostumbrará.