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"Tu inquebrantable expresión me hace sospechar. Espera, estoy imaginándome cosas"

Mino manejó al departamento de Sunhee, dejó a Minseo no sin antes plantar un beso en sus labios suaves y dulces.

-Adios, te quiero-

-Enviame mensaje cuando llegues a casa-

Para Mino no era tan fácil decir te amo o te quiero, no importaba que fuera Minseo. Solo lo decía cuando no lo pensaba tanto, era más fácil decirle otra cosa o expresarlo físicamente.

Marcó en el elevador el número del piso del departamento de su amiga, al llegar a la puerta tocó con sus nudillos delicadamente, sentía que Sunhee le reclamaría sobre los mensajes en cuando se abriera la puerta.

-¡Hola! Ya llegaste ¿Y Mino? Pasa-

-Se fué creo que tenía cosas que hacer- dije mientras me quitaba los zapatos para entrar

-¿Cómo te fué con el? ¿Duermes bien en su casa? Te dije que era mejor que te quedaras aqu...- vió las marcas moradas en su cuello -¡Minseo! ¿Qué es esto?-

-¿Q-qué? ¿A qué te refieres?-

-¿Mino te dió algo? ¿Solo tomaste refresco en la fiesta, verdad? ¿Qué pasó ayer?-

Ahí fue cuando Minseo se acordó de las marcas que su amado había dejado en su cuello, se percató de ellas mientras se duchaba y no solo eran en su cuello si no que bajaban hasta su clavícula y en sus muslos.

Se preocupó cuando las vió, no sabía que eran exactamente pero no dolían cuando las tocaba, le dió vergüenza preguntarle a Mino así que solo las dejó como estaban.

Mientras Sunhee estaba preocupada por ella, claro que sabía que eran y claro sabía que el no solo pudo haber hecho esas marcas y más en el estado en el que estaba, lo primero que se le venía a la mente era que le pudo haber dado alguna sustancia a Minseo ¿Sería capaz de hacerle eso?

-Me calmo, vamos a sentarnos y quiero que me cuentes todo-

¿Todo? Pensó Minseo, hasta como se sentía embriagada por el perfume de Mino, como su tacto la hizo perder cualquier cosa que pasara por su mente, que dejó su cuerpo a su Merced para que jugara con su lengua por cualquier rincón de este. Oh no, el rojo de sus mejillas aparecía rápidamente.

-Entonces...¿Cuándo me fuí que pasó?-
Cruzó sus brazos y se echó para atrás en el sillón

-Mmm pues...le quise ayudar a limpiar pero me detuvo...-

-Ajá ¿y luego?-

-Nos besamos...- jugaba con sus pulgares algo nerviosa -Fuimos a su habitación y....ya sabes....cosas de adultos-

-¿¡Qué!? ¿Entonces lo hicieron?- Minseo sentía sus mejillas arder fuertemente ¿Por qué era tan difícil hablar de esto? Le parecía tan nuevo e incómodo -¿Te acuerdas de todo lo que pasó?-

-Si...recuerdo todo- Claro que recordaba todo, la piel bronceada de Mino con gotas de sudor que brillaban por la luz de la luna, sus abdominales, su espalda ancha y todos sus tatuajes que por cierto eran muchos, más de los que se pudo imaginar también podía seguir oyendo su voz ronca te entrecortada repitiendo una y otra vez lo bien que se sentía. Parecía tan ilegal recordar todo.

-¿Nunca tomaste algo o comiste algo?-

-Hace rato, el desayuno. En la fiesta solo tomé refresco y nada más-

Sunhee ahora debía de creerlo, enserio lo habían hecho. Sin ninguna trampa. Así era, Mino lo había logrado, ahora debía de esperar para ver una cosa...si Mino en verdad la quiere seguirán siendo novios en cambio si solo la quería para eso no tardará en dejarla. No podía saber que pensaba realmente, al fin, es Song Minho nadie sabe que piensa.

Turn off the ligths-Song MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora