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Yoongi suspira con pesadez mientras mira las gotas de agua chocar contra el suelo. Aún no entiende cómo se le pudo olvidar su paraguas si en la mañana había visto el pronóstico del tiempo.

Ruega al cielo pidiendo que Jin se apresure. Escucha unos pasos detenerse a su lado, piensa que es Jin, y voltea con una sonrisa.

—Justo a tiempo, me muero por... Irme.

Su sonrisa se desbanese y se golpea mentalmente por haber hablado antes de comprobar que era su mejor amigo.

—Lo siento, pero planeo irme con mi linda y sexi novia —responde un sínico Jungkook.

Yoongi apretó los dientes, empezaba a odiar la sonrisa de aquel alfa y, al mismo tiempo le dolían sus palabras, porqué aún lo amaba.

—Crei que eras Jin —aclara el omega.

—Y yo creí que te quería cuando solo estaba perdiendo mi tiempo contigo.

Yoongi volteo a otra parte, aquellas palabras le dolieron y su ya roto corazón empezó a doler.

Jungkook río en sus adentros, quería ver llorar a ese omega, quería que pagará por todos los celos que le hizo y aún le hace pasar, por negarle su cuerpo y su virginidad cuando el tenía todo el derecho de tocarlo cuánto quisiera y a dónde quisiera, porque era su novio, su omega, no, porque es su omega, porque aún ama a Yoongi a pesar de estarle dando un pequeño castigo.

—Kooki, gracias por esperarme.

Yerim llega y Jungkook la besa, aprovechando que Yoongi esta en primera fila.

—Vamonos amor, adiós, Yoongi.

Los mira avanzar y la primer lágrima corre por su mejilla, se muerde el labio inferior intentando reprimir un sollozo. El ruido de un paraguas abriéndose lo toma por sorpresa, rápidamente se limpia los ojos y voltea molesto hacia quien sea que esté ahí.

Su mirada se encuentra con la de Taehyung, que ironía que llegue justo en ese momento, al igual que el otro día.

—¿Te acompañó? —pregunta el alfa un tanto dudoso.

Taehyung no sabe porque el Omega lo mira tan frío, tan molesto, pues el apenas y salió de la última clase, y corrió hacia la salida después de que Jin le dijera que Yoongi no tenía paraguas.

—¿Sucede algo?

Pero el Omega no responde y se va de ahí sin importar que pueda empaparse. Taehyung lo sigue y tímidamente se acerca cubriéndolos a ambos con el paraguas. Yoongi no lo aparta, pero tampoco dice nada, actúa como si Taehyung no estuviera ahí.

Al alfa le duele su actitud, pero más le duele ver a Yoongi así. Los labios del omega tiemblan, y sus ojos se aguan.

—No llores —susurra el alfa y, sin soportarlo más envuelve en sus brazos al omega del corazon roto.

El Omega Del Corazón Roto [TaeGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora