El Omega Del Corazón Roto [TaeGi]

epílogo

Yoongi se siente nervioso y no es para menos tomando en cuenta  que está a punto de conocer a sus suegros.

—Tranquilo, Gigi, apuesto a que mis padres te amaran, yeontan ya lo hace.

—¿Y si piensan que no soy un Omega apropiado para ti?

Taehyung lo atrae hacia el y le da beso en los labios, al separarse sonríe tierno por lo lindo que se ve su novio con ese sonrojo causa de los nervios que siente, algo muy comprensible. Aún recuerda que él se sintió de la misma manera con los padres de Yoongi, no hace más de una semana, pero ese fue el trato con el Omega, él se presentaba con sus padres y el Omega lo hacía con los suyos.

—Tranquilo, además... Mi mamá siempre ha sabido que eres el omega de mis sueños.

Yoongi lo mira inquisitivo.

—La verdad es que ella sabe que me gustas desde... Bueno desde siempre —sonrie tímido.

Genial ahora el omega tiene menos ganas de entrar.

—¿¡Por que hiciste eso Taehyung!? —reclama un Yoongi con la cara toda roja.

La puerta se habré y para sorpresa de ambos la madre de Taehyung está ahí, la alfa sonríe al ver al omega.

—Oh TaeTae pero si es tan bonito como dijiste.

—¿Mamá, nos estabas oyendo?

—Enrealidad fue inevitable, Yeontan corrió hacia la puerta. Pero pasen, pasen —dice muy animada —oye, Yoongi ¿verdad? —el mencionado asiente no sabiendo que decir —prepare tarta de manzana, TaeTae me ha dicho lo mucho que te gusta.

—Taetae —repitio el Omega entre risas tímidas y disimuladas, olvidándose de la vergüenza al oír el apodo tan tierno que tenía su novio.

—¡Mamá, acordamos que frente a él me llamarías Taehyung! —se quejo el alfa con olor a pino.

La escena le resultó tan graciosa a Yoongi que no pudo evitar soltar a reír libremente, mostrando sus rosadas encías.

Taehyung lo observo por un momento, quien diría que el omega del que siempre estubo enamorado ahora se encontraba ahí, a punto de conocer a su familia después de ocho meses de noviazgo. Sonrío para sí mismo y tomo la mano del Omega cuando esté dejo de reír, a fin de cuentas sí se había ganado cada uno de los pedacitos del lastimado corazón, del Omega del corazón roto.