Insane For You (#YBC 2)

Capítulo 15

Julia

Él se quedó completamente anonadado. Su cara se desfiguró. Pude sentir mucho odio emanando de él. Nunca lo había visto de esa manera. Pero después de todo lo que había pasado ninguna mirada ni ningún gesto ni ninguna acción iba a detenerme.

Él se acercó a mí de una manera amenazante.

-Ni se te ocurra volver a decir ese nombre-

Por su tono de voz parecía que había nombrado al mismo diablo.

-Con eso solo me confirmas que tuviste algo que ver. ¡Decime de una vez ¿Qué le hiciste a Carlos?!-

-¡Que no lo vuelvas a nombrar te dije!- Estiró su mano hacia mí y tomó con firmeza mi brazo para luego empujarme hacia un sillón. -¿Queres que hablemos de frente? Muy bien, así va a ser- Él se sentó frente a mí.

-Papá...-

-Ahora me vas a escuchar-

Carlos

Nunca dejé de creer que la cana me estaba buscando. No podía permitirme correr ningún riesgo. Si alguno de esos milicos me atrapa, tenía que darme por muerto. Pocas veces nos enterábamos de gente que salía con vida de esos centros de tortura, y lo único que escuchábamos eran atrocidades que les hacían, incluso para mí. Por lo que lo mejor era hacer un ligero cambio en mi aspecto, al menos lo suficiente como para que no me reconozcan.

-Pará Daniela. Lo vas a hacer mal y te voy a terminar apuñalando con esas tijeras-

-Si no te quedas quieto, yo te voy a terminar apuñalando. Confia en mí, por favor. Son dos minutos y termino-

Bufé aceptando mi destino. Hasta que por fin terminó con mi corte de pelo. Me miré en el espejo tratando de ver si me quedaba bien. No era un gran cambio, pero si en las noticias describieron mi físico, seguramente especificaron la cantidad de pelo que tenía. Una gorra iba a ayudar más.

-Me gusta- Dije sin más.

-Bueno, igual...- Volteé para verla mejor. Ella miraba mi pelo y a mí mientras fruncía los labios. -No sé-

-¿Qué no sabes?-

-No sé si estás haciendo lo correcto. Te dije que esperes, que le des su espacio. Y vos peor te pones. Ahora te estas arriesgando a exponerte para verla. No sé-

Tuvimos esa conversación un par de veces. Y siempre termino diciendo que lo voy a hacer igual. Lo pensé, igual. Lo pensé un montón. Pero no puedo evitarlo, no puedo evitar amarla.

-Ya hablamos, Dani. Además ¿qué voy a hacer? ¿Qué más puedo perder?-

-No entiendo-

-Desde el día que robé por primera vez, desde el día que conocí a Ramón, ya le puse una fecha limite a mi vida. No te puedo decir que no me gustaba robar, pero al principio comenzó como una etapa de mi vida que pensé que con el tiempo me iba a aburrir. Y fue lo contrario, quise más. Cuando te dejé de lado, no tuve más que Ramón. No sé que creí que iba a pasar. No sé por qué pensé que iba a retomar mi vida con un amigo menor que yo y con la cabeza más enquilombada. Pero llegó un momento que sentí que ya no había vuelta atrás. Que esa era mi vida, que la tenía que aceptar y esperar a que mi muerte sea rápida. Y ahí la conocí a ella. Cuando creí que estaba en mi peor momento- Un nudo horrible se estaba formando en mi garganta. -Dani... yo la iba a matar. Cuando pensé que nos iba a mandar en cana, pensé en matarla. Y no pude, no quise porque me despertó esa parte sensible de mierda que todos tenemos. Ya no tenía para donde correr. Pero también sentí esperanza de que con el tiempo iba a poder cambiar. Y resultó que casi mato al padre- Una pequeña risa se me escapó. No podía permitirme llorar. Me acerqué al sillón y me senté. Otra vez me estaba envolviendo en mis pensamientos. -Ahora que lo pienso mejor, no creo que tenga oportunidad con ella, porque aunque consiga verla, todavía le escondo cosas-