Carlos
Aquel pequeño televisor parecía ya no mostrar nada interesante, solo repeticiones de repeticiones. Lo único que nos mantenía a la gran mayoría paralizados eran las constantes desapariciones de muchos jóvenes de toda Argentina, y ni siquiera la menor parte de esas desapariciones eran transmitidas por los noticieros. Sin embargo, ya teníamos claros quienes actuaban detrás de todo esto.
-Comé- Miré el plato con asco. Hacía días que había perdido el apetito. Ella se sentó frente a mí. Ni sin verla que ya podía sentir su cara de orto. –Me dijiste que te gustaban las milanesas, Carlos-
-No tengo hambre- Me estaba comportando como un desagradecido, ya lo sabía, pero todo era culpa de ese nudo de mierda que sentía en mi estómago.
-Yo te digo no más- Habló mientras exprimía limón en su puré. -Me imagino que Julia te llora, pero también debe comer, viste-
Rodé los ojos. –Si como, ¿te callas? -
Negó con la cabeza. Me rendí y empecé a comer. Mientras masticaba sentí un pedazo de grasa y no pude evitar hacer algunas muecas de asco.
-¿Qué pasa ahora? La puta madre-
Me saqué ese pedazo de la boca mientras reía. Ya no me atrevía a decirle más nada.
-Nada, está rico-
Ella soltó sus cubiertos, eso significaba que se venía una charla seria.
-Perdón por nombrarte a Julia, pero tampoco quiero que tu vida se detenga porque estas mal por ella-
-Mi vida se detuvo por estar mal por ella. No pude controlar mi bronca y ahora Ramón está muerto y se supone que yo también- Respiré hondo en un intento de calmarme.
-Ramón te estaba llevando por un camino de mierda. No te olvides que me dejaste re de lado cuando empezaste a juntarte con ese pibe y ahí toda tu vida se fue al carajo-
-Ah tenes razón, si no me decías no me acordaba- Hablé remarcando mi sarcasmo. –Lo único que me deja tranquilo es que esté bien. Pero también quiero volver a tener contacto con ella-
-¿No crees que es muy pronto? -
No había pasado mucho tiempo desde la última vez que la vi, pero para mí se sintió como años. Estaba cumpliendo una condena que solamente yo podía ponerle fin, pero ¿cuándo era el momento correcto? ¿Cuándo ya no lo soporte más? ¿Cuánto iba a tardar en olvidarme y conocer a alguien más?
-No sé. Pero te voy a tener que pedir otro favor porque no quiero perderla. Esta vez voy a hacer las cosas bien-
Julia
Los días en la facultad cada vez eran más intensos y las mañanas más difíciles. Aquel día había despertado con un particular sentimiento de añoranza por él. Simplemente los buenos recuerdos volvían a golpearme. Todos esos pequeños momentos en los que me enloquecía de lo enamorada que estaba de él, seguían presentes.
No podía dejar de pensar en cómo me besaba, cuando me desvestía, me acariciaba, y su rara capacidad de hacerme el amor mientras teníamos sexo. Sin darme cuenta comencé a acalorarme y bajar mi mano por mi cuerpo.
-¡Julia! Levantate boluda, que llegas tarde-
Los gritos de mi hermana me hicieron saltar en mi cama del susto. Le iba a meter una piña cuando terminara de despertarme, pero de repente la puerta se abrió.
-¿Qué Julieta? Ya sé, ya voy- Hablé molesta.
-Bueno, tranquilita porque recién me la tuve que fumar a mamá. Dice que papá ayer la llamó y dijo que tiene algo para vos-
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Insane For You (#YBC 2)
Fiksi PenggemarEl amor llega de las maneras menos esperadas y Julia era consiente de eso pero jamás imaginó que lo perdería de igual forma. Nunca pensó en los efectos secundarios de ese amor. Lo que ella creía incorrecto se volvió correcto gracias a Carlos. Finalm...