Capítulo 6

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Julia

Mi mamá abrazaba con fuerza a Julieta, sus lágrimas no paraban de caer. Sonreí con tristeza al notar cómo se esforzaba para que no se la escuchara, por intentar mantenerse fuerte.

- Tranquila hija - Mi mamá la acariciaba con cariño mientras me dedicaba una mirada preocupada.

Manuel se movía de un lado a otro mientras hablaba por teléfono. Rápidamente el abogado de mi papá y algunas de las personas que trabajan para él, comenzaron a aparecer. Nos saludaban con respeto y se mantenían a un costado, mientras otros hablaban. Parecía que se estaban repartiendo entre ellos. Algunos se dirigieron a la entrada, otros se quedaron con nosotras. No podía dejar de pensar que toda esa situación era muy rara. Sin querer noté que uno de ellos tenía un arma que escondía detrás de su saco. Entonces me di cuenta de que todos estaban armados. Decidida a saber qué pasaba, me levanté y me acerqué a Manuel.

- ¿Qué le pasó a mi papá? - Él me miró frunciendo el ceño. Colocó su mano en mi hombro ye apartó de esos hombres.

- Ya te lo dije, fue un accidente. Tenía que encontrarme con alguien de los negocios y chocó -

Me aseguré de que mi familia no esté cerca y me acerqué a él amenazadoramente .

- Mirá Mnauel que yo te quiero y te respeto. A mi familia les podes ver la cara de idiota, pero a mi no. Yo se perfectamente que él está metido en algo gordo y por eso terminó como terminó. ¿O me vas a decir que ustedes están armados porque les gusta no más? -

- Shhh, Julia. ¿Qué decís? - Por sus gestos me di cuenta que sabía que lo tenía atrapado. - Mirá, mejor no andes diciendo esas cosas en voz alta y mucho menos ahora, o es que acaso queres poner peor a tu mamá y tu hermana? -

- Por supuesto que no quiero eso, pero quiero que después me digas la verdad - En ese momento levantó su mirada para ver detrás de mí.

Rápidamente volteé y vi al doctor acercándose. Nos miró a todos y parecía estar un poco asustado, aunque era muy bueno para ocultarlo. Manuel se acercó a él antes de que llegue y comenzó a hablarle mientras ponía su mano a un costado de su cintura, corriendo su saco. ¿Lo está amenazando? pensé al ver que el medico palidecía.

Finalmente ambos se acercaron. Mi mamá y mi hermana ya se encontraban a mi lado.

- Bueno, hicimos todo lo que pudimos, y el señor Guzmán ya se encuentra estable - Mi familia se tranquilizó, pero mis nervios seguían presentes. - Por suerte el accidente automovilístico solo afectó a sus piernas -

- ¿Y cómo es posible que en un accidente de auto solo se rompa las piernas? - Pregunté algo enojada.

- Julia - Mi mamá llamó mi atención, al hablar con firmeza. La miré y ella apretó contra su cuerpo a Julieta, dándome a entender que fue inapropiado lo que hice. Julieta ya estaba grandecita, y también estaba un poco enojada con papá, pero él siempre fue su debilidad. Así que me limité a callar.

- No se preocupe señorita, yo personalmente le aseguró que es posible y hasta he visto cosas peores, cosas que ni creería si le contara - Asentí con la cabeza sin darle importancia. - De todas formas, con el correcto tratamiento, el paciente volverá a caminar -

Miré a mi hermana que, aunque no era completamente una buena noticia, lloraba de felicidad. Me miró sonriente y me abrazó, claro, le devolví el abrazo.

- ¿Podrían pasar sus hijas a verlo doctor?- Preguntó mi mamá y él asintió.

Ambas nos dirigimos a la habitación. Al entrar lo vi acostado, con los ojos cerrados. Las sábanas tapan sus piernas, o al menos lo que quedaba de ellas.

- ¿Papi? - Al escuchar a mi hermana, abrió despacio los ojos y nos sonrió.

- Hijas - Murmuró y Julieta se lanzó a sus brazos llorando.

Yo me acerqué y lo abracé. Me dolía verlo así, pero estaba todo tan raro que no me podía permitir dejar llevarme por la tristeza.

- ¿Ya te sentís mejor? - Pregunté tratando de ser amable.

- Sí, los médicos me encontraron que necesito unas prótesis y muy pronto voy a volver a caminar, ya van a ver - Habló sonriente. Julieta ya estaba más tranquila.

De repente parecía otro hombre, parecía alguien más frágil. Él siempre se mostró como alguien fuerte, poderoso, pero era la primera vez que lo veía tan débil. De todas formas no me gustaba nada esa actitud, algo me decía que se mostraba de esa forma a propósito como si quisiera que lo tengamos como la víctima de la película. Pero yo estaba seguro de que él no era ninguna víctima.

Aun así, lo que me daba más bronca era que no podía esquivar mis sentimientos encontrados. Por más que quería averiguar qué era todo eso que estaba sucediendo que dejó a mi padre en ese estado, no pude evitar sentirme culpable por pensar tan mal de él en una situación como esa. Sea cuál que sea sea su trabajo, siempre se aseguró de que no nos faltase nada y por más que no nos veíamos todos los días, siempre se aseguraba de nuestra seguridad.

Volví a abrazarlo, pero de una manera más sincera.

- Sí, todo va a salir bien - Dije y me alejé.

- ¿Su madre está afuera? - Asentimos con la cabeza. - Quisiera hablar con ella ¿la pueden llamar? -

- ¿Por qué queres hablar con ella? - Pregunté confundida y él solo soltó una pequeña risa.

- Estuvimos muchos años casados. ¿Es un pecado querer hablar con ella? -

Rodé los ojos con una sonrisa de costado.

- Pa, no vuelvas con mamá - Levanté la mirada hacia mi hermana, sorprendida. Él estaba igual que yo. - Nosotras nunca te dijimos nada, al menos yo - Me dirigió una rápida mirada. - Pero ya sabemos que vos no la queres a ella, que vos queres estar con otras mujeres -

- ¿Qué? - El Guzmán enojado estaba por emerger, pero mi hermana lo detuvo.

- Estamos de acuerdo con eso, igual. Quiero decir, está bien que ustedes ya no se amen. No todos las parejas duran por siempre, lo único que queremos es que los dos sean felices, pero juntos no funcionan -

Mi papá bufó, y se mantuvo en silencio con el ceño fruncido a la vez que nos observaba con cierta sorpresa. Imaginé que trataba de descifrar si habíamos planeado decirle eso o fue genuino. A decir verdad, jamás imaginé que Julieta le diría todo eso, tanta verdad junta.

- Jefe - Nuestras miradas se dirigieron hacia la puerta y vimos a Manuel. - Disculpe que lo moleste señor, pero hablar algo rápido con usted -

Ambos mantuvieron un semblante serio por unos segundos hasta que mi padre asintió con la cabeza.

- Salgan un rato por favor. Quédense con su madre que yo después las llamo -

Accedimos y salimos. Aproveché para dirigirle una mirada amenazante a Manuel, quién lo notó al instante y solo soltó un leve suspiro.

Volvimos a la sala de espera y nos quedamos al lado de mi mamá.

- Quiere verte, pero después, ahora está con Manuel - Noté una leve sonrisa en su rostro. Los hombres seguían ahí. Uno estaba con sus manos a los costados de su cintura, dejando ver el arma. Justo en ese momento dos niños se estaban acercando mientras los observaban. Rápidamente me acerqué al empleado de mi padre. - ¿Qué les vas a decir a esos nenes cuando le pregunten a su mami si eso es real? - Dije detrás de él. Volteó bruscamente con el ceño fruncido. Bajé la mirada a su arma y se dio cuenta. Se acomodó el saco y me cambió preocupado. - No se preocupe, mi padre no se va a enterar de lo que se, y espero que usted tampoco diga nada - El asintió volviendo a un semblante serio.

Giré en mi lugar y volví a las asientos. En ese momento sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo, como si algo nuevo surgiera en mí. Era un extraño y leve sentimiento de poder. Sonreí. Me encantaba cómo se sentía y quería más.


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Bueno... Yo dejo eso por ahí y me voy. Si les gustó el capitulo haganmelo saber por fa.

¿Cómo están pasando esta cuarentena? No se olviden de lavarse las manos ;). Saludos.

Insane For You (#YBC 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora