-Estaré atenta a lo que viene- dije mordierdome las uñas con nerviosismo.
-Más te vale, ya sabes como es Liam, lo que quiere lo consigue- me dijo mi mejor amigo, lo llame nada más salí del trance y se lo conté todo, tan sólo me dijo que eso significa que me iba a "marcar", es decir, los populares del instituto tienen como unas reglas:
1) Nadie se mete con ellos.
2) Todos para uno y uno para todos.
3) Te puedes tirar a cualquier chica menos a las marcadas.
5) Las chicas marcadas son propiedad de el chico que la besó primero.
6) Antes de ser un popular habrá que hacer la prueba inicial.
No me acuerdo de todas ya que no soy popular.
Bueno, lo que quiero decir es que Liam me iba a marcar. No se sí debería alegrarme o no, lo bueno es que así nadie me podría tocar, NADIE, pero lo malo es que "sería de EL" y eso no lo voy a permitir.
-¿Me estas escuchando Heth?
-Uhm... Si,- arrugué la nariz, menos mal que no me podía ver- tranquilo que no voy a dejar que se acerque a mi- justo escuche el motor de un auto en la entrada- ya llegó, besos te quiero.
-Yo también, y ten cuidado- corté la llamada.
Travis era uno de los populares ya que jugaba al Fútbol Americano, era unos de los mejores pero el más bueno era el capitán y, adivinen quién es...
Si, Liam.
-¡Ya estoy aquí renacuajaa!- se escuchó a Liam gritar desde abajo- ¿¡Puedes bajar un momento?!- lo dijo más como afirmación que como pregunta.
Bajé lentamente las escaleras, me temía lo peor. Cuando por fin estuve abajo me lo encontré en la cocina.
-¿Me puedes ayudar con la comida?- dijo poniéndose un delantal de cocina- Comemos solos, TU y YO, SOLOS- dijo con una sonrisa pícara.
No le respondí y fui a por otro delantal, uno rojo con cupcakes de distintos colores.
-¿Que vamos a hacer?- dije poniéndome a su lado, mientras el, sacaba una masa del frigorífico.
-Pizza- comemzó a amasar y a poner harina, me dio un poco de masa a mi- Venga, no lo voy a hacer todo yo- cogió un poco de harina y me la pasó, casi me cae encima
-¡Idiota! Casi me la tiras- cogí la harina y le di en la cara ¡Juro que no quería!- ¡LO SIENTO!
-Oh no, ahora te enteras- cogió un puñado de harina, como suponía que me la iba a tirar salí corriendo por toda la cocina- ¡VEN AQUÍ!
Estaba corriendo al rededor de la encimera mientras reía, se escuchaban las carcajadas de Liam, cada vez lo sentía más cerca. Hasta qué unas manos me tomaron por la cintura y de un momento a otro estaba acorralada en la pared con Liam a centímetros de mi cara. Se agachó un poco para estar a mi altura y cuando pensé que me iba a besar o algo parecido, con la harina que aún tenía en sus manos me la metió, no dentro de la camiseta sino dentro del sujetador.
-¡¡AHH!!- gritaba mientras ponía una mueca de asco y el se reía- ¡Ahora el que se va a enterar eres tu!- su risa se esfumó para convertirse en una de susto y horror.
Liam salió corriendo y gritando como un niño pequeño mientras que yo le perseguía.
-Ni se te ocurra tirarme eso- se paró en frente de la nevera con las manos detrás de el.
-¿Que piensas hacer sino?- dije sacándole la lengua
-Esto- sacó queso rayado y me lo tiró a la cara, el se meaba de la risa así que aproveché y le tiré yo la harina- ¡HIJA DE SATANÁS!- ahora era yo la que se reía, cogí un poco de tomate y se lo tiré en el pelo- ¡Con mi pelo no se mete nadie!- comenzó a perseguirme otra vez y salí hacia el jardín.
Noto como alguien coge mi tobillo y me tropiezo. Caigo sobre mis manos y me giro sobre mi misma para levantarme pero un orangután se tira encima mío.
-Te dije que no te librarías, bebe- dijo susurrando en mi oído, me hizo estremecer y sin saber porque me sonrojé- Te ves muy linda cuando te sonrojas- sonrió pícaramente.
-¿Te puedes quitar?- dije poniendo mis manos en su pecho- Pesas mucho
-¿Me acabas de llamar gordo?- dijo levantando una ceja
-No- sonreí- Te lo llamé indirectamente- el también rió- ¿te vas a quitar?
-Sólo si me das una cosa- se acercó un poco más a mi
-¿El que?-Levanté una ceja
-Un beso- dijo en un susurro
Solté una carcajada, el me miró confundido- ¿Que te crees? ¿Que voy a dejar que me "marques"? JA, pues no.
-¿No?- sonrió de medio lado.
-Ni lo su...- no me dejó acabar cuando juntó sus labios con los míos en un beso suave al principio, pero luego se volvió más salvaje, abrió su boca y yo hice lo mismo para dejar pasar su lengua. Enredé mis manos en su cabello como un instinto, no es que yo quisiera, eh!
Nos separamos por falta de aire, pero al instante volvió a juntar sus labios con los míos . Cuando nos estábamos por separar sonrió en mis labios y me sonrojé.
-¿Te vas a quitar ya?- pregunté mirándolo a los ojos, el buscó mi mirada y las conectó.
Nos quedamos unos segundos mirándonos fijamente, sus ojos eran preciosos, sus labios estaban rojos e inchados, supongo que igual que los míos. El sonrió enseñando sus perfectos dientes blancos.
-¿Que miras?- le pregunto.
-Eres preciosa- Me miró los labios y luego los ojos, se levantó por fin de encima mía y me tendió su mano- Venga, vamos a comer bebé.- acepté su mano y me coloqué de pie.
Liam me apretó contra su pecho y susurró:
-Marcada.- dicho esto se fue hacia la cocina
-Será idiota- susurre pensando que no me oía.
-¡Te escuché!- gritó desde la cocina.
Entré a la casa pero no vi a Liam en la cocina. Iba a coger mi pizza pero Liam saltó hacia mi, me cogió de la cintura y me besó, un beso corto.
-¿Que haces?- me aparté de el- Ya me "marcaste" ¿porque me besas otra vez?- hice haciendo comillas.
-Porque me encantan tus besos, bebe.
-Eso será- cogí la pizza y me senté.
-¿Acaso era tu primer beso?- preguntó bromeando y al ver como que puse roja abrió los ojos alarmado- ¡Fue tu primer beso!- gritó Liam.
-Nooo- arrugué mi nariz, si que era mi primer beso pero no lo voy a admitir.
-Si que lo era- susurró, se sentó en la silla y cogió su pizza.
Comenzamos a comer en un silencio, pero no era un silencio incómodo, eso si de ver en cuando intercambiábamos miradas.
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HEATHER EN LA FOTO
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El Playboy es mi niñero [Editando]
Fiksi RemajaLa vida de Heather era aburrida, el amor nunca llamaba a su puerta y sus padres nunca estaban en casa. Un día apareció Liam, su nuevo niñero. A partir de ese día todo cambió, su vida, sus amigos, su forma de amar. Todo. ¿Quieres saber qué pasa entre...