Somos un ejército

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Jet Star

   El viaje hasta el locutorio de Defying fue un infierno.

   Imagina que te arde el hombro porque te han disparado un láser. Imagina que además tienes que conducir. A eso súmale que una amiga está muriendo en el coche que te sigue, un Kobra sensiblero a punto de llorar, un Ghoul quejándose de que se desangra, y un Poison muy, muy malhumorado.

   Sí, un auténtico pedacito de cielo.

   -¿Falta mucho para llegar? -gruñó otra vez Poison.

   -Cinco minutos menos que la última vez que lo has dicho. Y te juro que como lo vuelvas a preguntar saco la pistola y te vuelo la cabeza -respondió, ya de mal humor- . Me estás dando migraña. Y nunca he tenido migraña.

   Con eso consiguió callarle la boca y que se limitara a enfurruñarse en su asiento. Sonrió para sus adentros. Un problema menos.

    Después de eso, el viaje fue bastante más llevadero, aunque no demasiado bueno aún. Para cuando llegaron al refugio de su amigo, llevaba un rato planteándose lo de saltar por la ventanilla (sin cristal, gracias al último tiroteo) del coche.

   Mientras frenaba, vio por el retrovisor que la camioneta conducida por Heat hacía lo mismo, y Dust bajaba cargando a Hush sobre sus hombros.

   -Venga, todos abajo -gruñó, saliendo del coche y pegando un portazo.

   Ante el rugido de los motores, el Dr. Death había aparecido en la puerta, seguido de un grupo de no menos de quince chicos y chicas vestidos de colores chillones, con el pelo teñido o peinado de forma extraña, y los rostros tapados por pañuelos, antifaces, gafas de sol, máscaras diversas e incluso algún que otro casco.

   Joder, casi parecían un ejército. El ejército Killjoy.

   Se estremeció. ¿No estaban yendo demasiado lejos?

   D parecía querer presentarles a los nuevos enseguida, pero al ver el estado en el que llegaban les hizo a estos un gesto de que esperasen y se dirigió hacia ellos.

   -Joder, chico, ¿qué os ha pasado? Parece que volvéis de la guerra.

   -Un escuadrón de putos dracs, eso es lo que ha pasado -gruñó Poison- . Habíamos bebido demasiado y ellos estaban esperando fuera. Joder, nos cogieron por sorpresa, D.

   Defying les repasó con la mirada, y su gesto se fue volviendo más serio a medida que veía las heridas de los Killjoys, y cuando llegó a Hush, que seguía inconsciente en brazos de Dust, parecía una máscara de piedra.

   -Llévala adentro -le indicó a Dust- . Los demás, iros con él. Vosotros no -les señaló a él y a Poison.

   Oh, oh. Sonaba cabreado. Aquello pintaba mal.

   -¡Joder, chico, ¿en qué estabas pensando?! -le gritó a Poison en cuanto el resto hubieron desaparecido en el interior del locutorio- ¿Cómo se te ocurre emborracharte fuera de la base, y dejar que te pillen desprevenido? ¡Y tú! -ahora le gritaba a él, que se encogió inconscientemente- ¡Creía que tenías más cabeza que este! ¿Cómo le has dejado? ¿No os dáis cuenta de lo irresponsables que habéis sido? ¡Hay una niña que confiaba en vosotros muriendo por vuestra culpa! ¡Vuestros amigos podrían haberla seguido! ¡Tu hermano podría haberla seguido! -le gritó a Poison de nuevo, dándole un golpe en el pecho- ¿Y todo por qué, maldita sea? ¿Por una estúpida borrachera?

   -¡Joder, D, que estoy de resaca, no me grites! -respondió Poison, también a gritos- ¿Te crees que no lo sé? ¿Te crees que no sé que todo es culpa mía? ¿Te crees que puedes gritarme algo que no me haya dicho yo ya? ¡Ya lo sé, joder!

Danger Days I: The Future is BulletproofDonde viven las historias. Descúbrelo ahora