Una Noche De Distancia [En Edición]

Capitulo 8 final

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El beso cada vez se ponía más intenso, con mi mano recorriendo todo su abdomen. Nuestra respiración chocó, mientras nos aviamos besado Will coloco su mano en mi cintura.

-ya no puedo aguantar.

Susurra sobre mis labios, Tengo la necesidad de volverlo a besar, pero siento un ruido que me asusta haciendo pegar un salto lejos de Will, veo la sonrisa de Will.

-¿qué te pasa?

Le pregunto un poco molesta.

-sabes te ves guapa cuando estás enfadada.

Me sujeta de la mano, Sus dedos acarician suavemente mi cabello. Con cariño o quizás algo más... él se aparta primero para mirarme a los ojos.

-Te deseo tanto.

Me susurra. Siento como mis piernas tiemblan.

-desde hace mucho tiempo te esperé.

Cada vez me acorrala más hacia la pared, Veo sus ojos curiosos. Que recorren mi cuerpo.

-¿Will y los chicos?

-tranquila estarán bien es de día, vamos.

Me jala de la mano hacia afuera del orfanato. Hacia el auto, Entramos al auto.

-no te preocupes cariño estamos solos.

Su voz se vuelve más ronca. Para solo tener diecisiete.

-no hay minuto en el que no piense en ti, eres tan hermosa.

Se sentó en el asiento del piloto yo me senté encima de él.

-si me dices que pare lo haré.

Me susurra.

-no quiero que lo hagas.

Echo el asiento hacia atrás. Avía bastante espacio, se baja el pantalón para revelar lo que yo provoco en él, sentí la presión cuando nuestros cuerpos se juntaron. Había perdido de vista la mano de Will. Había empezado a recorrer su cuerpo y pronto se le escapaban pequeños gemidos de placer.

Levante cuidadosamente la playera de Will. Acariciándolo suavemente, pasando mis dedos por cada centímetro de su abdomen,

Antes de poder bajar mis manos. Siento como me acerca más a él.

-Artemisa.

Gruño.

-¿si?

Le susurro cerca de sus labios.

-dime que me quiere.

-te amo.

Lo conocí. Nunca sabia que amaría alguien como a él, lo beso dulcemente. Un beso lleno de amor.

-Cada día crece más mi amor por ti.

Me dice.

-Will Luchemos. Por favor siempre quédate conmigo.

-amor aunque yo quisiera nunca podría dejarte.

Antes de poder seguir con lo nuestro sentimos un grito.

-¡chicos!

Grita Sam, de un salto vuelco al asiento del copiloto, Sam corre e Izan corre detrás de él, abre la puerta de atrás y se meten de un salto.

-¡arranca por el amor de dios!

Nos grita Sam, Will sin pensarlo prende el auto y acelera, el viaje hacia un estacionamiento fue silencioso y un poco incómodo.