Montevideo, 13 de julio de 2020, 21:13 hrs.
Queda menos de una hora para el fin del mundo.
—Pifia —dice Robin, a pesar de que no es necesario; todos están viendo el 1 en el dado.
Al unísono, el grupo deja escapar un quejido de frustración. Ángela era la última que les quedaba en pie y aunque sola difícilmente podría hacerles frente a los enemigos que seguían vivos, representaba una esperanza. Pequeña, pero esperanza al fin y al cabo.
—Maldita sea... —murmura entre dientes Ángela. Luego se echa hacia atrás en la silla—. Cultistas forros.
Solo por cumplir, Robin lanza los dados de los NPC que maneja. Como si la pifia de la Rogue del grupo no fuera suficiente, sus tiradas son buenísimas. Hace un cálculo rápido del daño. Catastrófico, no hay otra palabra para definirlo.
—Te hicieron mierda, che.
—La puta que lo parió...
Vladi, Mouri y Wash también sueltan insultos en voz baja. Mouri lleva muerto unos quince minutos, y los otros dos solo un poco menos.
—Voy a cerrar el relato —dice Robin para atraer la atención de sus jugadores. Carraspea un poco antes de largarse a hablar—. Los cuerpos de todos los miembros de la banda de los Osobuhos Sangrientos yacen en el suelo. Algunos de los cultistas se plantean lootear sus pertenencias, pero el líder los obliga a irse. Los cadáveres quedan abandonados, cerca unos de otros, como testimonio final de la amistad que los unió...
—Ya, che...
Robin tarda un segundo en descubrir cuál de sus amigos dijo eso. Cuando comprueba que es Mouri, se sorprende como por enésima vez en lo que va del día... Su amigo parece empecinado en dejarlos con la boca abierta por su comportamiento.
—¿Estás llorando? —pregunta ella.
Los demás miran a Mouri, que en ese momento se limpia las lágrimas.
—¿Y qué querés que haga? No puedo creer que el mundo se vaya a acabar, boludos...
—Mouri...
—No, no me digás nada. Ya para qué. Lo que me da... no sé, lo que me emociona es que estemos juntos, ¿sabés?
Ángela se levanta para acercarse a él, que está sentado al otro lado de la mesa. Lo abraza por encima de los hombros y Robin nota entonces que también está llorando.
—Estuvo bueno pasar estas horas con los amigos, ¿o no?
—Sí. Aunque al principio me cayeran medio mal...
Todos sueltan carcajadas o bufidos de diversión. Era cierto que, en un comienzo, la relación con Mouri no había sido fácil. Era lo que pasaba cuando te conseguías miembros para la party en grupos de rol en Facebook; te podías topar con cualquier cosa. La primera sesión había sido casi un desastre porque el tipo se comportó como lo que era: un forro. Pensaron en echarlo, pero al final decidieron darle otra oportunidad. Gracias a eso se dieron cuenta de que era un forro simpático en el que se podía confiar a pesar de todo y que, de vez en cuando, salía con buenos consejos.
Y ahora, ese forro simpático está a punto de hacerlos llorar a todos.
—Gracias por hacer esto —dice Wash en voz baja—. Si no fuera por ustedes, habría pasado estas horas solo.
—Y yo igual —murmura Vladi. Tras unos segundos, el joven mira a Robin—. ¿Tú por qué no fuiste a ver a tu viejo?
—Porque preferí verlos a ustedes.
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Voces del fin del mundo (coautoría con @uutopicaa)
Science Fiction⚠ || ¿Qué harías si el mundo estuviera a punto de llegar a su final? || ⚠ El anuncio interrumpe la vida diaria de las personas. Aparece en teléfonos y en televisores, no hay pantalla en la que la alerta no tiña el dispositivo de rojo. Quedan poco má...