Oh my darling | One Shots | Tom Felton

07 | un último baile

| Un último baile |

"Mamá una vez me dijo que en la vida tendría dos amores, uno sería el amor de mi vida y el otro sería el amor para mi vida. No le entendí hasta que lo viví en carne propia"

Mi pulso cardíaco aumentaba con el pasar de los segundos, él estaba ahí parado como si nada y yo aquí esperando alguna respuesta de su parte, pero está no llegaba; no hasta después de un suspiro por parte de él.

—Lily, no puedes pedirme esto ahora. No cuándo estoy a solo unas horas de casarme.

Tom pasó sus manos por su rostro evitando llegar a su cabello y desordenarlo.

—Tuvimos tanto tiempo para evitar esto, pero no lo hicimos.

—Lo sé, por eso este es mi último movimiento. Yo entenderé sí la eliges a ella.

Él suspiró y se acercó a mí, tomando mis mejillas entre sus manos. Depósito un pequeño beso en mis labios. Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.

—Quédate. —pedí levantando mi mirada directo sus ojos azules— quédate conmigo Tom, por favor.

La voz se me quebró, al igual que las ganas de mantener mi llanto oculto, las lágrimas salían sin control y él solo se limitó abrazarme con todas sus fuerzas.

Fui una tonta al dejarlo ir, fui una tonta al no darme cuenta de lo que el sentía por mí, fui una tonta al sentir cosas por él cuando ya era tarde.

—Lily, perdóname.

—Dame un último baile —pedí entre mis sollozos. Él asintió.

Photograph de Ed Sheeran sonaba de fondo en la habitación, mientras él me tenía contra su pecho. Los movimientos eran lentos, pero firmes.

La canción terminó, mis manos salieron de su pecho y las dirigí hacia su rostro, trayendo este hacia mí lo besé, era un beso lento, con cariño y necesitado. Fue la falta de aire lo que nos separó. Sonreí con tristeza, asegurándome de guardar su sabor y el sentir de sus besos. Esos serían los último.

Esta de sobra decir que lo que comenzó en el piso de la sala terminó en mi habitación. Acurrucada sobre su pecho suspiré, esa sería la última vez.

—Debo irme —habló mientras pasaba sus ambos por mis hombros descubiertos.

—Lo sé. —me limité a decir separándome para darle espacio.

—Esto que acaba de pasar...

—No volverá a suceder —respondí cortándolo a él. Se levantó de la cama buscando su ropa en el suelo.

—Espero verte en el lugar —sonrió de lado mientras abrochaba su pantalón.

—Seria hipócrita de mi parte ir.

—Eres mi mejor amiga, sería raro para todos no verte ahí.

—Diré que estoy enferma, pero no quiero ir ver cómo te casas con ella.

Él suspiró, terminó de colocarse la ropa y se inclinó para dejar un beso en mi mejilla.

—Entonces, ¿es un adiós? —se incorporó y me miró fijamente.

—Mi vuelo sale mañana temprano, supongo que para eso el tuyo ya habrá salido hacia tu luna de miel. —alcé los hombros.

Suspiró. —Entonces. Adiós, Lily.

—Adiós Tom.

Salió del cuarto, solo bastó escuchar la puerta principal para echarme a llorar. Estuve así por un rato, faltaban 4 horas para las 8 de la noche, hora en el que salí mi vuelo. ¿Le mentí?, Sí. La razón por la que adelante todo, fue porque tenía la esperanza de que él se fuera conmigo, pero no fue así. Me terminé de arreglar para salir, el taxi ya estaba afuera esperando por mí; una vez estando en él le di la dirección donde pasaríamos antes de irnos al aeropuerto.
El lugar donde se llevaría a cabo la boda. Que ironía fue llegar a la puerta justo en el momento en el que él decía el tan famoso "Sí, acepto", el corazón me dolió y rompió al ver cómo la besaba, pero sonreí, sonreí con nostalgia.

Llegué al aeropuerto con lágrimas en los ojos, no supe en qué momento del camino empecé a llorar, después de pasar todo el trámite estaba en el área de abordar, saqué los boletos, suspiré al ver el suyo con su nombre, lo llevé a mi pecho y luego a mis labios depositando un beso sobre él. Aquí terminaba todo, él la tenía a ella y yo, tenía que regresar a casa con Edward.

Tuve que entender con tanto dolor, lo quería tener a dos amores.