03 | el dolor se detuvo

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| El dolor se detuvo |

"El corazón dolía, solo quería que el dolor se detuviera... De pronto todo se volvió negro y el dolor se detuvo"

Aquella mañana sentí que el día sería diferente a los demás, sentí que sería el más triste, aunque no entendía el por qué.

Me despedí del rubio que dormía del lado izquierdo de la cama y salí para dirigirme a la oficina. Hacía ya unas semanas que las cosas con Tom no iban tan bien, discutíamos por la noche antes de dormir y a la mañana siguiente todo estaba bien en lo que cabía.

Al llegar Chloe me da la lista de pendientes del día, todo transcurre con normalidad, correos, documentos y reuniones. Eran las 6 de la tarde y Tom aun no me llamaba supuse que lo habían llamado al set -como siempre, tratando de justificar su ausencia-, mire por la ventana de mi oficina y me di cuenta de la gran tormenta que llegaría a la ciudad. No era novedad que el Londres lloviera casi todo el año, pero el cielo estaba tan gris, que lo único que transmitía era tristeza.

Me apresuré a firmar los documentos que hacían y falta y decidí enviar los correos desde casa, si no me daba prisa la tormenta me haría parar por un largo rato a un costado de la carretera. terminé y salí de la oficina, antes de cerrar la puerta algo me hizo voltear para mirarla desde afuera, me había esforzado tanto en llegar hasta donde estaba, y realmente esta tan orgullosa de mí y de mi esfuerzo.

—Nos vemos mañana temprano, Chloe —dije mientras pasaba por su escritorio.

—Nos vemos —dijo la chica mientras tecleaba algo en su computador.

El elevador se cerró y suspiré. Mientras salía del elevador y me encaminaba hacía mi auto saqué mi teléfono de mi bolso, eran casi las 7:30pm y Tom seguía sin llamar, busqué su contacto "Darling" y llamé, uno, dos, tres... y la llamada fue enviada a buzón. Suspiré y salí del estacionamiento, durante el camino la lluvia había empezado de una manera leve y conforme llegaba a casa se intensificó.

°°°

Agradecí infinitamente haber llegado a casa sin tener que orillarme. Bajé lo más rápido que pude del auto y al entrar al pórtico me di cuenta de que auto estaba en casa, la luz de la sala encendida. En entré en confusión, no había nadie en la sala más que dos copas de vino sin terminar. Deje mis cosas en la sala y con un poco de desconfianza subía las escaleras, mientras más me acercaba a la habitación sonidos y gemidos salían de él.

El pecho me dolió, los ojos se me humedecieron haciéndome la vista algo borrosa. Cuando estuve frente a la puerta que se encontraba medio abierta, tomé el valor suficiente para encarar lo que sucedía ahí adentro. Mi respiración se detuvo por lo que se sintió una eternidad, todo el valor reunido se fue a la mierda y las lágrimas empezaron a salir si control.

—¿Por qué? —fue lo primero que salió de mi boca.

La chica sobre él detuvo sus movimientos y se baja de él tratando de cubrirse con las sábanas. El rostro de Tom palideció cuando me vio y su reacción fue levantarse de la cama para ir por mí.

—Cariño, puedo... puedo explicarlo —dice mientras llega a mí con una sábana sobre su cadera.

Niego con la cabeza y salgo el cuarto lo más rápido que mis torpes pies me permiten. Escuchó como él viene de tras de mi bajando las escaleras.

—Susan, por favor... deja que te explique las cosas por favor. —dice con unas cuantas lágrimas en sus ojos.

—¿Qué vas a explicarme?, ¿me dirás cómo te la cogías?, eso es —dije mientras me arrebataba de su agarre sobre los brazos.

—Susan, lo siento —dice mientras su rostro muestra una expresión de súplica.

—Vete al carajo. — respondo mientras tomo las llaves de mi auto y salgo de esa casa lo antes posible.

La lluvia estaba más intensa que hace un rato, trato de normalizar mi respiración mientras subo al auto, pero no puedo. Las lágrimas no dejan de caer por sobe mis mejillas y el dolor en el pecho es insoportable, me aferro de manera brusca al volante y lo escucho de nuevo. Ha salido de la casa con unos pantalones y corre hacía el auto, instintivamente activo el seguro para evitar que suba.

Trata de abrir la puerta y al notar que esta no cede empieza a golpear la ventana mientras suplicaba que le abriera y le perdonara. Como pude encendí el carro y avancé, pisé el acelerador hasta el fondo y me marché.

La lluvia arreciaba con fuerza y el camino no se dejaba ver acompañado de la oscuridad de la noche, seguía llorando, no sabía dónde estaba simplemente manejaba sin rumbo y sin mirar atrás. El corazón dolía, sólo quería que el dolor se detuviera.

El celular empezó a sonar una y otra vez, sabía que era él, tome el celular entre mis manos y su nombre de contacto se hizo presente "Darling". Lleve el celular a mi pecho para luego aventarlo con furia hacia el lugar a lado mío. Fueron solo unos segundos, tan solo unos pocos cuando una luz blanca apareció en el camino un fuerte golpe se hace sonar y de pronto todo se volvió negro y el dolor se detuvo.

°°°

—Susan, Susan, cariño... —una voz se escucha a lo lejos mientras unas manos me sacuden por los hombros.

Abro los ojos de golpe y lo veo, él está ahí, la habitación está en penumbras. Mi rostro está húmedo, delatando el hecho de que estuve llorando. De pronto mi propia mente me hace caer en la realidad, fue un sueño. Él estaba ahí conmigo, notó mi rostro asustado y me envolvió entre sus brazos.

—¿Todo está bien? —preguntó y yo asentí con el rostro escondido en su pecho.

—Solo fue una pesadilla —dije limpiando el resto de las lágrimas que quedaban en mis mejillas.

—¿Quieres hablar sobre eso? — pregunta con una voz dulce y yo niego mientras levanto mi rostro para mirarlo y depositarle un beso en sus labios.

—No, sólo quiero que te quedes conmigo y no me sueltes.

Él sonríe y deja un beso en mi cabello para acurrucarse conmigo en brazos.

Oh my darling | One Shots | Tom FeltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora