Confesiones • 14

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Habían pasado tan solo dos semanas desde que el felino supo lo que pasaba con el al estar con su amo, sin embargo, no dijo nada, se guardo esos sentimientos para el, pues dadas las circunstancias, nunca tuvo una oportunidad de hacerlo

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Habían pasado tan solo dos semanas desde que el felino supo lo que pasaba con el al estar con su amo, sin embargo, no dijo nada, se guardo esos sentimientos para el, pues dadas las circunstancias, nunca tuvo una oportunidad de hacerlo.

Hoseok había entrado a la universidad, ambos pensaron que sería algo sencillo, por lo menos las primeras semanas, pero no era así, el azabache se la vivía ocupado, apenas y tenía tiempo para cocinar y lavar los platos sucios de ambos.

El felino estaba desanimado. Tanto que la mayor parte del tiempo estaba en su forma animal, con su colita baja, o estando dormido, había días en los que le gustaría regresar a tan solo una semana, donde Jung, si le prestaba atención.

Era un miércoles cualquiera, 9:48am, Yoongi estaba solo en departamento esperando a Hoseok, tan solo tenía 2 horas y 48 minutos que se había marchado, y este ya lo extrañaba, estar sin el era un poco (muy) aburrido, no tenía nada que hacer, los deberes que le tocaban eran sencillos, tan solo recoger el desastre que estos hacia por las tardes, y los fines de semana metía la ropa a la lavadora, justo como se lo enseño Jung.

Frente a la puerta había un felino blanco moviendo su cola de un lado a otro, tenía sus pupilas dilatadas esperando con ansias que aquella puesta fuera abierta.

Cosa que no pasó.

Lo que si ocurrió fue el antiguo celular que Hoseok le regaló, el cual solamente utilizaba para hablar con el, claro, Jung también le en explico algunas cosas para poder utilizarlo y que de entretuviera un rato, cosa que Yoongi no hacía porque nada de lo que encontraba en YouTube era entretenido para el.

Y sin más, el felino corrió a la mesa de centro en la sala donde se encontraba aquel aparato, con su peluda pata tocó la pantalla respondiendo la llamada, estaba feliz de poder escuchar a su amigo.

—¡Hey! Gigi, ¿Qué estás haciendo pequeño gatito— Hoseok estaba feliz de llamar a su felino.

—¡Esperándote!— Por otra parte, Gigi estaba tan feliz que hasta regreso a su forma humana solo para hablar con el— ¿Cuándo regreses a casa podremos pasar tiempo juntos?—

—Mmm...— Yoongi sonaba realmente emocionado, Jung se sentía mal al respecto, últimamente no le presta atención al minino— Claro, Gigi, la pasaremos bien.

Unos minutos bastaron para que la llamada fuera terminada, Hoseok tenía clases en la universidad, y Yoongi un día aburrido esperando a su amado.

O tal vez no tanto.

Al pequeño híbrido le surgieron un par de ideas para estar con su amo, sabía que Hoseok llegaría estresado, cansado, y aún así pasaría tiempo con el, este tenía que hacer algo.

Se dirigió a su habitación para tomar ropa cómoda, tenía mucho trabajo que hacer. Ya estando listo, fue de nuevo a la sala tomando el aparato tecnológico que Hoseok le dio, se adentro a aquella aplicación de videos, y siguiendo los pasos de Hoseok, estaba listo para buscar: Recetas de comida.

CAT-BOY - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora