Yoongi es un híbrido que vive en un dulce hogar con una familia bastante normal y cariñosa, 3 hermanos con buena relación y una linda pareja que viven felizmente con sus hijos. Todo estába perfecto... hasta ese día.
Hoseok, un chico que adoptó a una...
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Tengo a un humano tan miedoso que no es capaz de bajar un árbol, es tan sencillo, llevando más de 30 minutos sin bajar de ese lugar que simplemente mi paciencia terminaba, no podría pasar un minuto más escuchando las mismas palabras del humano.
Por eso mismo me sabe de su abrazo y baje del árbol de manera fácil, simplemente con saltos ágiles que cualquier felino como yo tiene- solo baja de ahí y vámonos a casa- simplemente tenía que hacer lo mismo que cuando subió por mi, nada difícil.
Yo le maullaba alentandolo a brincar y bajar de una buena vez, estaba que me moría de sueño, obviamente no voy a dormir en el pasto mugroso en lo que mi humano se decide a bajar, que fastidio.
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Tiempo después, el humano ya estaba abajo, ¿Cómo le hizo? Ni idea, solo se que ya estaba cargandome mientras temblaba de miedo, pero no había nada de que temer, digo, solo es un árbol gigante que te puede aplastar sin problema.
Ya habíamos comenzado a caminar para regresar a casa, pero aún seguía sintiendo sus brazos de gelatina temblar- Humano ya estamos lejos del árbol, ¿Puedes dejar de temblar?- no obtuve respuesta, después de todo soy un simple gato que solamente hace "meow" si como no.
Pasamos por varías calles como las que recorrimos cuando salimos, cada vez estábamos más cerca de nuestro hogar, por fin podría dormir yo solito en la cama del humano, seguramente nadie estaba en casa y podríamos dormir todo lo que deseara, un faltaba mucho para que el día terminará.
Tenia mis ojitos cerrados esperando a que me soltaran en una camita esponjosa, por suerte se escuchó el sonido de la puerta abierta, si, al fin habíamos llegado a casa, pero no fuí dejado en una suave cama sino en un suelo frío.
-Estare durmiendo no me molesten- y con eso me fui al piso de arriba para dormir, pero aún escuchaba al humano llamar a sus hermanos y a sus padres, ninguno le contestaba- ¡Quiero que me acaricies!- tuve que maullar de manera fuerte para aquel me escucharán abajo, no podía dormir de manera cómoda sin suaves caricia.
Pero nadie venía, mi humano no venía a darme el amor que necesito, que molesto.
-¡Humano!- volví a maullar de manera más desesperada, aunque al parecer ya no fue necesario, el humano ya estaba en la habitación soltando su gran risa escandalosa que me gusta mucho.
