Yoongi es un híbrido que vive en un dulce hogar con una familia bastante normal y cariñosa, 3 hermanos con buena relación y una linda pareja que viven felizmente con sus hijos. Todo estába perfecto... hasta ese día.
Hoseok, un chico que adoptó a una...
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Una vez más, Hoseok movía mi cuerpo insistiendo a qué me levantará, tan solo hace 27 minutos le dije que me levantaría pero no tenía ganas de hacerlo, quería dormir, dormir mucho tiempo y todo el día si fuera posible.
-Gigi, se está haciendo tarde- Otra vez, la voz suave de Hoseok se estaba volviendo algo irritable.
Al parecer a ese chico ya no le interesaba si estaba desnudo o no, pues simplemente se sentó sobre mi vientre y comenzó a dar saltitos para que me levantará, cosa que no hacía, ni pensaba hacer.
Hoseok no deja de insistir, solamente seguía y seguía, hasta que en un punto de quedó callado soltando un suspiro pesado, muy pesado, por fin me había dejado en paz, ya no estaba en mi abdomen ni se escuchaba cerca.
-Esta bien si no te quieres levantar- okey, no me esperaba ese tono en su voz-me daré una ducha y después me iré, quédate perdiendo el tiempo-
No escuché nada más, a excepción de ella puerta siendo azotada, entonces... ¿Hice enojar a Hoseok?, Ups, al parecer si, y eso no me gustaba.
A duras penas me levanté de la cama, entre quejidos de felino y mormuros de humano por fin di con la que es mi habitación, había una cama que se veía bastante suave.
No, no puedes volver a dormir
Me regañe a mi mismo.
Del gran armario saque algunas prendas que me gustarán, una camisa negra y holgada, al igual que mi pans color gris, y claro, mi bonitas sandalias color negro, listo podía salir.
-Hobi- Murmuré estando frente a su puerta-Ya estoy listo-
-¿Irás a algún lado?- esas palabras me confundieron.
-Contigo- hable en bajo.
Recargue mis dos patitas en la puerta esperando a que fuera abierta, pero no de esa manera que me hizo caer a los brazos de mi dueño, fuertes y lindo brazos que me sostenían.
De mi parte, solamente me "esponje" o eso me hubiera pasado si fuera un minino, pero no, en cambio mis ojos se abrieron como un par de platos enormes de la sorpresa, si Hoseok no hubiera estado frente a la puerta seguramente yo sería el ridículo en el piso.
Sentí mi rostro comenzar a arder sin ningún motivo, eso me hizo apartarme de el, ¡Me estaba derritiendo!, había un liquido recorriendo mi frente, y por la mayor parte de mi rostro.
-¡AAAAH!- no lo pude evitar, estaba asustado-¡Me estoy derritiendo!
Mis manos estaban en mi rostro, estaba mojado y no sabia porque, además, mi gran dueño no me ayudaba, simplemente se estaba riendo, ¿Acaso no se da cuenta que me estoy derritiendo?, que mal duelo es, estaba apunto de hacerme agua y a el no le importaba, ¿Para eso quería qué me levantara?, bien, ahora no tendría un gatito normal, ahora seria un gato de agua.
