Siendo el centro de atención de todos es como sale tranquilamente del salón. Luego prosiguiendo el resto en cambiarse a sus respectivas clases.
Los murmullos no se hicieron esperar en el pasillo concurrido en esta parte de la escuela, Agoti desconocía de eso, a pesar de llevar años en este lugar, él no era consciente que los de ahora eran dirigidos a él.
Agoti perdió su tranquilidad cuando recordó que ahora le toca clases con su padre... vaya...
Intentando mantener la postura es como entra al siguiente salón de Biología, agregando su mochila colgando en un solo hombro.
A veces se pregunta por que lleva mochila si tienen casillero y la residencia se encontraba a lado del Internado. Luego recuerda que ahí todos llevan los cuadernos de apuntes que deberían guardar con tal de estudiar para los exámenes en un futuro y aprender (dudosamente) de lo mejor.
Había pasado dos semanas desde el inicio de clases y recibió de todo un poco. Lo único terrible y trágico fueron las nuevas y necesarias (dudoso para el) reglas que impuso su gerente y padre legal Solazar.
''¡NO ERA NECESARIO ESO MALDITO SER DE FUEGO!'' enderezo su cuerpo respirando profundamente ante las palabras que ha pensado. Le salió del alma y se sentía un poquito (poco) culpable.
Puede cuidarse solo. Si, desapareció un año, pero ese día fue diferente al resto.
Le preguntaban a dónde iba. A qué hora debía de volver. En qué momento debía de llamar, caminaba con las llamadas de su familia.
Los pasos que daba más allá del Internado le llenaban de preocupación a su familia, para él es volver a su vida normal. Algo que choca y solo trae conflicto. ''En sí, solo salí una vez de este lugar, igual aquí no dejan salir con facilidad'' musito, por algo se llama Internado y si quería salir debía de moverse con estrategia. ''Cof* sobornos Cof*''
Algunos le miraron extrañados al hablar consigo mismo y sintió como sus mejillas se calentaban al darse cuenta recién de eso. No fue la primera, ni la última que repetía esa secuencia en estas dos semanas. Algunos ya lo están tomando por loco y el no podía culparlos demasiado.
Las manecillas del reloj se movían siendo aburridas desde ahora y el comienzo de la clase. Lo intimidados que se sentían los alumnos a causa de su padre le saco una ligera sonrisa de burla que siempre se repetía en cada clase que coincidía con él.
Aunque eso no quitaba que a veces olvidaban eso y comenzaban con su propio mundo en tirar papeles, hablando y retándose. Claro, eso es cuando Solazar estaba tranquilo, pero esa tranquilidad que es difícil de entender incluso para él.
La cola de Agoti ocupaba parte del tablero de su carpeta, teniendo una pose demasiada extraña. Apartó su interés de cualquier conversación con algún ser en el lugar y escuchando de vez en cuando la explicación del Solarisapien.
Movió sus ojos hasta el lugar más apartado del salón y estaba entonces la persona que le causaba mucha intriga.
Tabi siempre se sentaba en la carpeta más apartada del salón, es curioso coinciden en varios horarios. El hombre con cráneo de cabra estaba con unos apuntes en su idioma natal, quizás son de la clase. Mantenía su mirada baja ante todo. Agoti con el pasar del tiempo no puede evitar fijarse en Tabi. Ha visto cientos de criaturas y Tabi es una de las geniales en cuestión de apariencia.
Un cráneo intimidante con esos ojos amarillos intensos dorado y el resto de él era invisible, sin duda algo que le impresiona, no importa en qué momento leas esto, aun le seguiría impresionando. Tabi parece una caja llena de secretos y nunca se atrevería a revelar.
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Desprevenido | Tagoti [ENTITY]
FanfikceEventualmente, las cosas han cambiado. Recordar el pasado trae distintas emociones a ambos. Uno anhela vengarse y el otro solo intenta retomar su vida tal y como estaba. Tabi no quiere caer nuevamente en la confianza en el poco tiempo que le queda y...