capítulo 4:

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Hubo un silencio que me estaba traspasando los huesos, Dante seguía apegado a mí, solo podía ver sus labios, dios, quiero besarlo, muero por hacerlo
Pero él me suelta, me deja completamente aturdida, hace un reverencia hacia mis alumnas y sale del estudio, Melisa me agarra del brazo y me lleva hacia otra habitación

-Oh por dios, Serena, esto…como te lo explico

-¿Qué? –Susurro-

-esa intensidad, ese hombre te quería, ahí mismo ¡Se sentía el sexo!

-Melisa… -trago saliva- lo conozco apenas unos días…es imposible.

-no, no hace unos días, siempre estaba parado afuera de la florería y te observaba… y tú a él ¿Cómo mierda se acercaron?

-es una historia larga –suspiro-

-la canción lo hizo erótico…

La miro sorprendida

-no me mires así…se mueve increíblemente, mueve su pelvis de una manera…. Tú no lo viste porque lo hacías con él, pero serena, si se mueve así en el baile, imagínate en el sexo.

Estaba agitada, y las palabras de meli no ayudaban en nada, Salí del cuarto y mis alumnas conversaban de todo, no les explique nada, la clase continuo, pero mi mente no estaba en ella, si no en aquellos brazos que me hipnotizaron, me llevaron a bailar no consiente, el me manejaba de una forma alucinante, Dante me hizo mover, me hizo bailar con pasión.

Cuando termina la clase, me sorprendo al ver a Teddy hablando animadamente con Meli, al verme se disculpa y se dirige hacia a mi

-nos volvemos a ver

-espero que en otras circunstancias –me atrevo a decir-

Teddy sonríe

-claro, me gustaría que vinieras a cenar conmigo

-yo…

-no me pongas escusa, acabo de hablar con melisa y me dijo que tenías la noche libre

Al mirarla, me tira un beso y se marcha, no tengo otra opción se sonreírle a teddy

-¿y?

-está bien –sonrió- deja ir a cambiarme y vamos

Lo hago con tal lentitud que me sorprendo, Dante no deja de aparecer en mi mente, estoy saliendo con el amigo en estos minutos, me siento una suelta.
Al salir dante me mira y no puede disimular lo feliz que esta, llegamos a un local muy hermoso, me siento extraña como si no tuviera por qué estar aquí.

-¿estás bien?

Asiento

Pide la comida, me siento observada.

-así que tuviste sexo solo con Dante

Abro los ojos con asombro

-¿Qué?

-por eso se fueron

-no, estas mal…digo, si… pero no paso absolutamente nada

Tomo un soro de vino, dios.

-¿Dante no tuvo nada contigo esa noche?

Teddy luce muy sorprendido, asiento tímidamente.

-no puede ser –sonríe-

-¿Qué cosa?

-Dante es mujeriego Serena, al igual que yo,  me sorprende que no se haya acostado contigo

No sé qué decir ¿Dante? Algo me duele…trato de sonreírle, miro hacia otro lado intentando analizar la información

-pensé que eso era obvio –insiste Teddy-

Lo miro, está analizando mi reacción, vuelvo a tomar un poco de vino ¿Qué pretende?

-Creo que debería irme

-pero ni siquiera han traído la comida Serena

-lo siento

-oh…mira quien ha llegado.
Miro tras de mí y el corazón me palpita fuertemente, Dante.

-no viene solo…como siempre –sonríe Teddy-

Está en lo correcto, viene con una mujer rubia, espectacular, centro mi vista en la mesa, luego me doy cuenta que quiero más vino, veo mi copa y se me ha acabado

-¿quieres más?

Asiento

Teddy me sirve, el camarero llega con la comida, no tengo apetito, pero si no como me emborrachare y no quiero eso, me obligo a comer, pero cuando Dante aparece junto con aquella mujer, dejo de digerir, no quiero levantar la vista

-Llegaron –dice teddy- siéntense

¿Qué?

La mujer rubia se sienta a un extremo y dante en el otro, esto es incomodo

-Hola Serena

Su voz

Levanto la vista y sus ojos me observa, frunce el ceño y yo la quito de inmediato, siento como si cada vez que lo mirara me traspasara la piel.

-Hola, me llamo Susy

Le sonrió obligadamente

-Serena.

Miro a Teddy quien me guiña un ojo, todos empiezan a  comer en silencio, no tengo apetito, solo tomo vino, quiero irme de aquí

-es hora de que me vaya –me disculpo-

-¿Por qué?

Dante me mira, ¿Qué le contesto?, esta su novia al lado, Susy me mira intrigada, dios deseo a su novio, su novio se me ha insinuado.

-tengo cosas que hacer…

-te llevo

Teddy estaba a punto de levantarse cuando Dante deja los servicios con fuerza en la mesa, pego un salto y me vuelvo a sentar, Teddy hace lo mismo.

-te llevo yo –anuncia-

Miro a Susy que se sorprende…dios.

-no es necesario –Anuncio-

-aparte vino conmigo –dice teddy-

-contigo arreglare las cosas después  primo.

¡¿PRIMO?!

Santa mierda.

Y sin previo aviso toma mi mano, me obliga a levantarme y salir de ahí, es imposible seguir su paso, ha dejado a su novia y a su primo ahí ¿no tiene vergüenza? ¡Dios! Sé que he cometido errores con este hombre pero no puedo, esto no está bien
Suelto mi mano con la de él justo a la salida del local, Dante se gira y me observa, sus grises azulados están dilatados ¿rabia?

-me voy sola –digo-

Doy media vuelta pero su agarre me lo impide

-no me obligues a ser un maldito

Mi corazón se sobre salta ¿Qué quiere decir? Me alto nuevamente

-mierda –lo escucho decir-

En menos de lo que me doy cuenta estoy en sus brazos dirigiéndome hacia su auto, lo abre y me sienta, no puedo articular palabra, llega junto a mí y parte de inmediato, en menos de 30 minutos estamos en mi casa.

-gracias

Me bajo antes de que pueda decirme algo, pero él se baja conmigo

-¡se puede saber que mierda te pasa! –Grita-

-oye –digo desesperada- no tengo por qué decirte las cosas, no somos nada y apenas te conozco –frunzo el ceño- podrías por lo menos decirme que tenías novia

Su cara es un poema, la mía debe ser peor, Dante toca su labio y sonríe para luego negar con la cabeza…de nuevo, aquel gesto.
Se acerca a mi lentamente, no, aléjate.

-Dante, esto es un…

Pero ya no puedo seguir hablando, me ha dado lo que siempre he querido, me ha vuelto alucinar, a viajar en su  cielo, a desearlo más…él me ha besado.

El siguiente capítulo se seguirá en la semana, Anastasia.

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