canción: Come Home - One republic ft. Sara Bareilles
Genial, después de todo termine con una amiga triste por mi culpa, con una amor que se marchó y un amor al cual no quiero recibir, no sabía cómo sentirme, Dante solo lo había conocido hace algunas semanas...pero me gustaba, lo estaba queriendo como a nadie hubiera querido...¿Por qué se marchó?
-te puedes ir, hoy cerrare, necesito el dial obre
-meli yo...
-no serena, sé que no tienes la culpa, necesito tiempo ¿sabes?... no es fácil –sonríe con tristeza-
-Llámame antes cualquier cosa, por favor
Meli asiente y se marcha, tengo el día libre y ojala sintiera la emoción de aprovechar el día, pero no lo tengo, no se puede tener maravillosas cosas cuando aquellas no estas a tu lado, aunque las queramos sentir, el sentimiento siempre se apodera involuntariamente.
Decido Salir e ir a caminar por aquella plaza donde él se dedicaba a mirarme por las tardes, sonreír como tonta, recordando los primeros días en que lo había visto, tan escondido, esperando algo ¿hubiera cambiado las cosas si tan solo yo hubiera mostrado más interés?
Me senté en una banca, me acomode y cerré los ojos mientras oía el canto de las aves, el viento golpeaba las hojas y sentir todo a mi alrededor hacia que sintiera que la vida sigue...sigue aunque las pequeñas cosas se nos hayan ido... la vida sigue porque si no siguiera nada de nosotros seguiría...
-es un bello día
El pulso se me acelero, era él, él estaba aquí...no quise abrir los ojos por miedo de que fuera una imaginación, solo quería que durara lo más tiempo posible
-te diría que no tan bello como tu...
Apreté mis muslos, era su voz...
-pero aún no he visto tus ojos...y creo que son ellos, los más hermoso que he visto.
Y fue cuando los abrí y Dante estaba junto a mí, me sonreía y yo no lo podía creer, mis ojos se cristalizaron, ¿había vuelto?, no entendía nada de lo que estaba pasando, las palabras de Teddy, las palabras de Meli... no lo entendía y no quería respuestas, su solo presencia opacaba todo... hasta la pequeña ira y confusión que su desaparición causo en mi interior.
-siempre pensé que jamás notarias mi presencia aquí... -sonrió- pero creo que siempre lo supiste...
Estaba atónita, no sabía que decir, ni siquiera pude mantener mi vista fija en él, solo mire hacia el frente, tratando de pensar bien las cosas, pero solo me levante, atrayendo su atención y empecé a caminar, quizás con la esperanza de que él no me siguiera o rogando que él lo hiciera, algo me tranquilizo al escuchar sus paso tras de mí, intente no escucharlos y seguir viendo el paisaje, escuchar los sonidos de las aves, intentar ver aquella vida que seguía, me detuve y me gire
Dante estaba ansioso, no sabía que diría y eso le daba algo de suspenso a su espera
-Hace un momento, me senté en aquella banca y mirar a mi alrededor –susurre- y cerré los ojos porque estaba frustrada...mis pensamientos eran un tornado en mi cabeza y no sabía cómo controlarlos... y luego sentí aquellos sonidos –lo mire- sentí el viento golpear las hojas... puse sentir a las aves cantar ¿sabes? Sentí como al vida seguía.... Y fue cuando apareciste...
-Serena...
-no, cállate –le ordene- déjame terminar –Dante cerro la boca y me miro- sentí tu presencia, el sonido de tu voz y pude sentir tantas cosas... y quise sentir nuevamente las hojas sonar por el viento, quise nuevamente escuchar a las aves cantar...y quise sentir la vida seguir... pero lo único que podía sentir era a ti... -mi voz se cristalizo- porque lo único que me importa es tu maldita presencia...por que no importa si la vida sigue... si tú no estás aquí
Las pequeñas lágrimas escaparon, Dante estaba con la boca semi abierta y tratando de respirar, mientras yo intentaba calmar a mi corazón y mis nervios...
-Así que si te vas a marchar –sonreí - hazlo... pero te pido que no dejes amores de recado, no porque yo todavía te siento y aunque quisiera tener algo con alguien no funcionaría... no...
Pero sus labios tocaron los míos y no tuve tiempo de reaccionar, un beso húmedo...un beso de necesidad y de amor tal vez...
La electricidad venía a mí de una forma inexplicable, tentadora y exquisita
-pudo sentir la vida que nombraste –susurro en mis labios- la puedo sentir cada vez que te beso...cada vez que te miro y te toco... lamento haberme ido –acaricio mi rostro- no volverá a pasar...
-puedes para la otra aunque sea despedirte...
-ya te lo he dicho...no me iré –sonrió- vine por ti, necesito presentarte a alguien
Fruncí el ceño
-tranquila, que no morderán... ¿vienes?
Dante estira su mano y lo sigo sin dudarlo
A pocas cuadras estaba su coche, lo que me sorprendió es que había alguien manejándolo, tomo mi mano y nos llevó por la ciudad, hasta salir a la carretera
-¿Adónde vamos?
-ya lo veras... -toco mi meñique- creo que este simple gesto lo extrañaba demasiado
-¿Por qué te fuiste?
-lo necesitaba... -susurro- necesitaba saber muchas cosas...
-¿cosas?
-cosas –sentencio- y por lo demás... arreglar asuntos, hubiera demorado más –sonrió-
-¿Por qué volviste entonces?
-necesidades...
-¿de qué?
-De cosas –se le dibujo una sonrisa-
-cosas –sentencie alegre-
Nos dirigíamos a un lugar en el que jamás había estado, alrededor habían unos árboles hermosos, me fije que habíamos entrado a una residencial, en los bordes del camino habían miles de rosas, de todos los colores, era verdaderamente hermoso, cuando llegamos Dante me abrió la puerta y me sonrió, no lo podía creer, era una casa hermosa... de ella rápidamente salió una pareja, aproximadamente de la misma edad de mi padre, solo que a ellos no se le notaba para nada, Dante me miro y quiso saber mi expresión, aunque no sabía muy bien de que, hasta que pude ver al hombre de terno venir...era casi igual que Dante, solo que él tenía los ojos grises azulados... hermosos
-te quiero presentar a mis padres, Cristian y Amanda.
Pronto se seguirán las demás...les recuerdo que si no he subido es por que tengo Hiperlaxia, una enfermedad a las articulaciones y mis manos me dolían demasiado....mil disculpas.
Ana.