No pude decirle nada específicamente, estaba cansada, estaba muy cansada, todo lo ocurrido anteriormente había agotado con mis energías por completo, a pesar de que necesitaba explicaciones de todo lo que estaba ocurriendo, solo lo lleve a su cama y le pedí que me indicara donde tenía los primeros auxilios
Dante no quitaba su mirada sobre la mía, me seguía a donde yo iba
-¿estás bien?
-si te refieres a que si estoy bien completamente, pues estoy viva....-ironice-
-estoy hablando enserio
-yo también
Nuestras miradas se desafiaron y el prefirió apartarla, no iba a ganar esta vez
Me acerque un poco y me arrodille frente él, tome un poco de algodón y me acerque a su rostro para limpiar sus pequeñas heridas, de vez en cuando hacía gestos de dolor, hasta que su mirada dio con la mía
Juro por dios que intente en mantenerme fuerte, pero poco a poco mis ojos se inundaron en lágrimas, todo sucedió muy rápido, en un momentos estábamos el pleno amor y al otro, era una guerra, disparos, ¿y si alguien hubiera sido herido? ¿Si dante hubiera muerto al salir por esa puerta?
Mis manos no pudieron seguir limpiándolo, me levante y lo deje a medias, intente respirar, intente que mis lágrimas se quedaran ahí y no salieran, pero fue imposible, yo estaba temblando, lo podía sentir y nada me tranquilizaba
-¿Serena?
La voz de Dante me daba el poder se saber que estaba vivo, aquí conmigo, pero no me tranquilizaba del todo.
-quiero irme a mi casa, quiero ver a mi papá –susurre-
-¿te quieres ir?
Me gire con mi rostro húmedo y asentí
Dante llego rápidamente hacia mí y me abrazo
-lo siento tanto....
-llévame donde mi papá por favor
-no puede verte así
-lo sé, pero quiero verlo
-serena...
-por favor –le suplique-
Suspiro
-está bien...
No se demoró nada en cambiarse lo que traía puesto, al salir era otro, su actitud, como si nada hubiera pasado
-no me mires así...
-¿Cómo?
-como si fuera una mala persona
Fruncí el ceño, jamás hubiera pensando en mirarlo así
-ven vamos.
Al salir de la habitación, pude ver a gente ordenar el desastre, todos vestidos de negro, recogían los pedazos de maderas destrozados, limpiaban manchas de sangre...todo paso muy rápido en mi vista.
Al subirnos en el auto me acurruque y mire hacia la ventana, era de noche, muy noche...
-¿puedes explicarme que sientes?
Cerré los ojos, no quería decir nada, no tenía ganas de hablar
-vamos serena...no me dejes así
No dije nada
-¿serena?
-desesperación
-¿Qué?