71- Sectumsempra

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El segundo trimestre empezó en enero con una agradable sorpresa para los alumnos de sexto.
Habían colgado un gran letrero en los tablones de anuncios de la sala común de cada una de las casas, que anunciaba:

CLASES DE APARICIÓN

Si tienes diecisiete años o vas a cumplirlos antes del 31 de agosto, puedes apuntarte a un cursillo de Aparición de doce semanas dirigido por un instructor de Aparición del Ministerio de Magia.

Se ruega a los interesados que anoten su nombre en la lista.

Precio: 12 galeones.

Claramente iba apuntarme.

En la clase de Encantamientos, Weasley en vez de hacer aparecer una fuente de agua cristalina, hizo aparecer un chorro de manguera que rebotó en el techo y le dio en plena cara al profesor Flitwick.

El profesor se secó con una sacudida de su varita y, ceñudo, ordenó a Finnigann que copiara la frase "Soy un mago y no un babuino blandiendo un palo".

El chico se quedó un tanto abochornado.

Flitwick como tal, después de su clase me preguntó si me encontraba bien y si podía hacer algo para ayudarme si es que no, sin embargo tuve la certeza de decirle que me encontraba mejor que nunca.

No lo culpaba, ha decir verdad mi aspecto se veía decaido y no sabía el porqué. Todo aquello me hizo tener que ocultar mi rostro con mis cabellos para que dejaran de preguntar.

Aparte de mi rostro decaido, mi humor también lo estaba. No soportaba a nadie o más bien al unico que me molestaba: Nott. Se la pasaba susurrándome cosas en la oreja que me hacían sentir incomoda o inclusive intentaba acercarse mucho más a mí de una manera no muy adecuada.

—Vamos, siéntate a mi lado —pidió Nott a mi oido tocando mis hombros con ambas manos— La clase va a ser aburrida, no te vas a perder de nada, Claire.

Últimamente las clases de Pociones resultaban agobiantes y aburridas pero lo divertido comenzaba cuando preparábamos pociones y Slughorn me felicitaba a Potter y a mí.

—No lo haré —contesté llegando al aula y dejando mis cosas en la mesa mientras veía llegar a los demás alumnos e ignoraba la presencia de Potter cuando pasó al lado mío.

—Vamos, anda...

—Nott, no me sirve de nada conversar contigo. Ya basta —dije molesta— No me interesas en lo minimo y jamás me vas a interesar —susurré apartándolo para sentarme en un pupitre lejos de Nott y este borró su sonrisa.

—¡Cállense, por favor, cállense! ¡Deprisa, esta tarde tenemos mucho trabajo! Tercera Ley de Golpalott... ¿Quién la sabe? —levanté la mano y Granger también — ¡Claire y La señorita Granger, cómo no! Demosle la oportunidad a la señorita Granger, Claire, tranquila —susurró con calma haciéndome un gesto con la mano para que le esperara.

—La Tercera Ley de Golpalott establece que el antídoto para un veneno confeccionado con diversos componentes es igual a algo más que la suma de los antídotos de cada uno de sus diversos componentes —recitó Granger de carrerilla.

—¡Exacto! —exclamó Slughorn, eufórico— ¡Diez puntos para Gryffindor! Pues bien, si damos por válida esa ley...

—...lo cual significa, como es evidente, que suponiendo que hayamos conseguido identificar correctamente los ingredientes de la poción mediante el revelahechizos de Scarpin, nuestro principal objetivo no es seleccionar los antídotos de cada uno de esos ingredientes (tarea relativamente sencilla), sino encontrar un componente adicional que, mediante un proceso casi alquímico, transforme esos elementos dispares...

Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora