𝗦𝗣𝗔𝗖𝗘 𝗦𝗢𝗡𝗚 ♡︎ kang sae byeok

↯ 𝗧𝗪𝗢, opinions

↻ CAPÍTULO DOS,, ❝I saw her before❞

━Al fin ─dijo viendo a la camioneta estacionarse justo frente a ella, era negra y algo siniestra, pero entró.

━Oye, ponme musica al menos, parezco secuestrada, es lo menos que puedes hacer. ─justo después de esa petición, un humo comenzó a inundar la camioneta y antes de que algo pasara su boca y nariz estaban cubiertos por su buff.

Se hizo la dormida y pudo escuchar a la perfección el motor siendo encendido de nuevo, andaron un buen trecho hasta que pararon.

Unos minutos después de estacionarse sabe Dios donde, el mismo hombre que la había recogido junto a otros individuos, abrió la puerta. Justo después de que Hanah se bajará su buff. Un aparato escaneó la zona trasera de su oreja y seguido dejando escuchar un "jugadora 343"lo que dejó a Hanah con preguntas.

¿Más juegos? Las cosas se pondrían muy extrañas. No se dio cuenta de cuando se durmió, esta vez de verdad, hasta que sintió que dos hombres la levantaban mientras sacaban su ropa para ponerle lo que era un chándal verde.

Entre abrió los ojos y no pudo ver más allá de gente con trajes rojos y mascaras negras. Cerró sus ojos de nuevo y durmió para no sobrellevar sospechas. Su sueño era muy ligero, si un mosquito pasaba por su oreja a menos de un metro ella lo escucharía y no podría dormir.

¿Le sería de ayuda? Puede ser.

Dormía hasta que escuchó un pitido en su oreja, su padre le había dicho que cuando hablaban mal de alguien le pitaba el oído izquierdo, y si hablan bien pitaba el derecho.

Se llevó una mano a su oído derecho y un gruñido seguido de esa acción, abrió sus ojos dejando ver lo que era pura oscuridad.

Bajó de aquella molesta cama y pudo notar escaleras bajo sus pies y como pudo empezó a caminar por estas, cuando una mano tomó su pierna desprevenidamente, y como reflejo solo pudo soltarse bruscamente y golpear lo que pareció ser la cara de alguien que se quejó varias veces.

Frunció su ceño y siguió caminando hasta que llegó al fin de las escaleras y rápidamente las luces fueron encendidas. Puso su mano frente a sus ojos con la intención de acostumbrarse al deslumbrante rayo de luz artificial.

Observaba y analizaba mentalmente a cada persona que estaba en aquel lugar, pensando como pudieron llegar allí, quizás igual que ella o quizás no.

Un círculo de personas se creó en el medio de la gran sala con grandes y numerosas literas. Se adentró a él, colándose entre las personas hasta llegar al centro del círculo.

Un hombre y una chica peleaban verbal y físicamente mientras los demás observaban el espectáculo. La chica sangraba por la boca, mas nunca escupió la sangre de esta.

━No puedo creer que te encontré aquí, mírate, no has cambiado nada ─el hombre habló mientras miraba con asco a la contraria. ─Te alimenté, te di un techo, incluso te enseñe habilidades. Y tú, ¿Me traicionas? ─siguió hablando con pena y enojo.

Discutían sobre temas personales y el mayor le intentó golpear, aunque no logró nada pues la peli negra lo esquivó. ─Uhh ─pronunció Hanah cruzando sus brazos.

El hombre la golpeó de nuevo, está vez cumpliendo su propósito. Después unos buenos golpes, un hombre se entrometió entre ellos dos empujando al mayor y cogiendo a la pelinegra del cuello de su camisa.

Le gritaba cosas que Hanah quiso frenar, quería meterse, su cuerpo se lo pedía. Necesitaba acción y quería pelear con alguien, la adrenalina le recorría el cuerpo y sin dudarlo golepó al hombre alejando lo de la pelinegra.

Pelerase le había sentirse viva, le había recordar que su cuerpo aún valía para algo al igual que su mente. Le recordaba que era alguien que servía para algo, aunque pelear no fuera mucho.

Le dio una mirada a la pelinegra y le giño un ojo para después dirigirse al recién empujado. ─Yo la vi antes ─se encogió de hombros.

━¿Quiénes sois? ─el hombre que estaba peleando principalmente con la pelinegra, que por cierto seguía en el suelo, preguntó.

456 contestó mientras Hanah tenía la mirada perdida, ─Lo siento, también tengo algo pendiente con esta carterista. ─dijo evadiendo su mirada intimidante.

━Cabrón, ¿Cuál es tu relación con ella? ─preguntó molesto. 456 dejó largar un suspiro de indignación y al fin se retó a mirara al mayor.

Se peleaban mientras la pelinegra parecía disfrutar del espectáculo. El mayor con número 101 intentó golpearle y 456 se alejó dando vueltas en el círculo de personas.

Gritaba que le ayudaran, pero era obvio que nadie vendría a salvarle el culo a ese hombre.

Las puertas se abrieron y todos giraron su vista hacia estas, bastantes personas del traje rojo y mascaras con figuras salieron de estas. Uno de ellos hablaba sobre lo que básicamente era una bienvenida.

━Bienvenidos a todos ─habló el de la mascara con un cudrado. ─Todos participareis en seis juegos durante la semana, y los que ganen los juegos recibirán un premio en efectivo. ─muchos comenzaron a murmurar.

━La última vez que jugué con estos hombres casi me rompen el cuello de tantas bofetadas ─habló Hanah, quien tenía a la peli negra a su lado y soltó un leve risa.

━Nos quitan los móviles y nos traéis aquí, ¿creéis que nos fiaremos de vosotros? ─un hombre se quejó.

━¿Qué harías? ¿Llamarías a tu mami para que venga a rescatarte? ─Hanah se burló del hombre en voz alta generando varios murmullos a su alrededor.

━Os lo devolveremos todo cuando acabeis de jugar ─explicó de nuevo el del cuadrado.

━Si, ahí llamaras a tu mami ─dijo con voz sentimental y después rió.

━¿Por qué lleváis esas mascaras? ─preguntó esta vez una mujer.

━Seguro que son tan feos que tiene que llevar mascaras para que no nos de un patatús al verlos ─tanto risas como quejas se crearon de nuevo al rededor de Hanah, pues está siempre decía lo que pensaba y fue brutalmente criticada por eso, pero jamás se quedaría callada.

━Es por privacidad, tanto nuestra como vuestra, por eso todos tenéis privacidad e imparcialidad ─explicó de nuevo el hombre.

━¿Privacidad? En donde yo vivo no hay de eso ─dijo Hanah de nuevo.

━No me creo nada de eso

━¡Nadie te pidió opinión! ¡Seguro eras el listillo que recordaba los deberes! ─gritó Hanah, aunque ella también había hablado sin que nadie preguntara.

Un codazo por parte de la pelinegra la desconcentró de su tarea de molestar a aquel listillo. Un video del hombre apareció en una pantalla, se le veía jugando a los papeles azul y rojo. Se llamaba Sang-woo.

━Tienes una pinta de oler a cebolla ─comentó Hanah de nuevo y, aunque creyó que nadie la escucho, fue todo lo contrario.

Varios vídeos con información personal de más personas aparecieron en la pantalla. Mentiría si dijera que Hanah no sentía miedo o vergüenza de aparecer, pues para ella era fácil criticar y si la criticaban se sentía mal. Era como un niño pequeño y aún así a veces se sentía vulnerable y controladora al igual que egoísta y mala persona.