tentación;; bmark

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Trate de no tocar mucho el tema en la obra, intenté hacer conscientes a mis personajes, pero creo que antes de leerlo deben leer esto:

Es una historia, esto no debe ser romantizado, ni aceptado, puede tomarse un tema así como pedofilia, y eso, créanme que no debe ser romantizado, los personajes tienen edades entre los 20 y treinta, por no decir que tienen esas edades, con el propósito de que sea más digerible y menos extraño, quiero decir si lo hacía de quince y treinta ahí si me llevaba yo sola al psicólogo porque eso sí me daría asquito, pero de cualquier modo, al escribirlo pensé constantemente en qué pueden darse relaciones así, y , eso no está bien de ningún modo. Si tienes quince y quieres salir con uno de veinte o más, red flag, eres una niñ@, no tienes nada que hacer ahí, no hay madurez para algo así, me alargaría mas hablando del tema, pero, no me siento capaz, simplemente tengan en cuenta, que no está bien y no es correcto.

ES UNA HISTORIA PARA ENTRETENER.

Aunque quise remarcar un poco el hecho que No estaba bien, por ello, tomo el rumbo que tomo al final. Por su atención, garcias. 🌼 Pueden leer.

Muchas aclaraciones para mi auto regalo 🙄🤡 en fin, eso me pasa por escribir esto y darmelo cómo regalo de cumpleaños.

Cómo sea, lean lindos seres del mal ❤️

Cierto, también hay ciertos toques de toxicidad y manipulación, pero, ojo, tampoco está bien, solo fueron recursos para la obra, pero ojo, no dejen que nadie los manipule. Merecen cosas buenas y lindas en sus vidas ✨

[...]

—No puedes decirme que me amas.—le espetó, alejándolo.

—¿Por qué no?

—¿Estás loco?— le miró, incrédulo— Tus padres están a punto de ponerme una demanda, están a punto de dejarme sin un empleo, y tú, sólo vienes a decirme que me amas, no puedes hacerlo.

—Ni siquiera es mi culpa.— reprochó.

Ninguno sabía cómo había ocurrido.

—¿No?— se mofó, porque era imposible que por su parte se hubiesen enterado.

—Tu fuiste el que me ha provocado, tu fuiste el que lentamente me ha orillado, el que con una sonrisa entre clases acariciaba mi cabello, y me miraba mientras respondía un exámen, el que me pedía a mitad del estúpido sexo que gritara su nombre, como si no hubiese un mañana, olvidándome de mi propia vergüenza y…

—¿Y? Eso, solo era sexo— señaló, aclarando aquellas reglas impuestas y que lentamente habían desaparecido.

—Y yo estaba tan consciente como pude de ello, pero, tu ni siquiera intentaste detenerme.

—No puedes lanzarme toda la culpa— escupió.

—Pudiste detenerme cuando te dije que me gustabas, cuando te hacía una escena de celos, pero lo único que me dabas a cambio era una caricia y un beso en los labios.— apretó los puños, sintiéndose estúpido de pronto.

—Entiende, no estoy en posición para aceptarte de ninguna manera.

—¿O todo eso solo lo hacías para llenarte el ego?

Se miraron, uno lleno de furia y el otro, intentando que todo tuviera sentido.

—No digas esa idiotez.—negó.