MEMORIA FRAGMENTADA Vegebul [Libro 3]

13. Apuesta Mortal.

—Si muero Amber y las chicas también. Verás, usé la palabra gatillo para ocultarlas en un lugar oculto de su mente. Ellas ya no existen.

Vegeta le dió un puñetazo a Freezer y cuando éste cayó al piso, volvió a levantarlo mientras lo sostenía por su ropa. —¡Eres un maldito! ¡Todo esto que hiciste solo fue para verme! Ni siquiera pretendías devolverme a Bulma. ¡No eres mas que un monstruo!

Con la boca ensangrentada respondió:
—Tengo una idea, juguemos un juego. Si ganas les doy a ambos su libertad y me suicido.— Todo se resolvería con un par de juegos, ya no había vuelta atrás.

—¡Estas loco! No jugaré contigo. Prefiero matarte ahora mismo. Solo que tienes mi arma.—Vegeta soltó las ropas de Freezer y se alejó para intentar calmarse.

Por otro lado, la locura de Francis era tal que buscó en el cajon de su escritorio y sacó un mazo de cartas. —¿Quieres matarme? Pues la única forma de lograr eso será si me ganas, y soy muy bueno jugando.— dijo mientras barajaba el mazo de cartas de poker.

—Ya no estoy de humor para juegos. ¿Porque no me matas y ya? Tú y yo sabemos que eres un tramposo. No tengo la más mínima posibilidad de ganar nuestra libertad.— Vegeta se sentó en la silla de la oficina y procedió a servirse un whisky, mientras Freezer lo observaba con deleite. Lo deseaba tanto que estaba dispuesto a lo que sea para tenerlo en su cama.

—Sabes que me tienes en tus manos, te daría el mundo entero si me lo pidieras, me gustas tanto que si te unieras a mi tendrías lo que sea.—Mientras bebía su copa de vino, observaba con lujuria el cuerpo de Vegeta. Pero solo recibió miradas de asco de parte de su invitado.

—He pagado con mi cuerpo cada favor que te he pedido. Incluso pagué para tener a Bulma y nunca me permitiste estar con ella. Jamás volveré a caer en tus engaños, me das asco.— Al decir eso lanzó el vaso vacío de whisky contra la pared, estallando en mil pedazos.

—Eres tan dramático. Te estoy dando la posibilidad de jugar contra mí, si ganas te devuelvo a tu chica, si pierdes serás mío sin derecho a arrepentirte.

—No quiero involucrarme en tus asuntos. Prefiero morir de hambre o de sobredosis antes que dormir contigo.

Freezer se levantó del asiento que ocupaba y se colocó detrás de la silla de Vegeta. Lo tomo de atrás por sus hombros, y le habló al oído: —Te estoy dando la posibilidad de rescatar a tu chica ¿y no quieres tomarla?

—Conozco tus juegos ella ya está perdida, jamás regresará. ¿No fue lo que dijiste? Ella es tu esclava, y la encerraste en su propia mente. Ninguna de ellas regresará, solo es un cascarón, ella ya no existe. ¡Tú la borraste!

—Yo la envié lejos pero puedo traerla para ti. Ya te lo dije si te unes a mi tendrás lo que desees.

Vegeta se levantó molesto de su silla, y se puso frente a frente con Freezer.
—Hablemos claro. Me dijiste que lo que le hiciste era irreversible, y que solo la mantenias con vida para venderla. Me juraste que ella ya no existía porque la enviaste lejos de la superficie, tanto a ella como a cada una de las chicas.  ¿Ahora me juras que eso es reversible? ¡Estoy harto de tus mentiras!

—Yo soy el programador de Bulma. Soy su dueño, no puedes matarme porque sin mi, ellas jamás regresaran. Pero si aceptas ser mi protegido puedo devolvertela.

—¡No te creo! Ya no creo nada ni a nadie. Tu solo me estás engañando para que sea tu amante. Y ya no lo resisto. Yo... Yo ... Elijo morir... Sin ella no tiene sentido la vida.

Vegeta corrió hasta el balcón de la habitación y se subió hasta el borde de este, dispuesto a saltar. Freezer corrió detrás de él intentando detenerlo.