ELECTRIC ~ [<MoonBae>]

V

– Yo... –

Eric miró a Sunwoo, era el mismo que antes en clase, la misma piel morena, los mismos labios gruesos, el mismo pelo negro y ondulado, y los mismos ojos oscuros que brillaban con pánico.

Pánico a perder a su primer amigo.

– No diré nada, de eso estad seguros, pero Sunwoo, entiende que será difícil aceptar que no eres... de carne y hueso, creo que solo necesito tiempo para entenderlo del todo –

– ¿Y podemos seguir siendo amigos? –

– Claro, y espero que la comida siga en pie, en realidad mi padre y mi hermano ya lo saben y estaban bastante emocionados también –

Sunwoo sonrió desde lejos, respetando el espacio de Eric, pensando que no quería hacerlo sentir incómodo de ninguna manera. Sentía que tenía una segunda oportunidad y no pensaba desaprovecharla de ninguna manera.

– Ahora volved a clase, no queremos que vuestro profesor se moleste –

– ¿Y tu Kev? – Cuestionó Sunwoo antes de seguir a su compañero de vuelta

– Me mandaron a enfermería, no volveré hoy a historia –

– ¡Moon Hyungseo! –

Kevin escuchó el grito de delfín de Changmin desde la otra punta del patio de la institución, llamándolo por su nombre coreano.

– Eres el chico más sano que conozco, casi no te has enfermado en tres años que te conozco ¿Qué demonios ha pasado en clase? –

– No lo se bien, me dolía la cabeza, y como me pasa muy poco me asusté, pero ya estoy como nuevo, debió ser el estrés – 

Changmin lo miró sin creer realmente las palabras de su amigo, Kevin sintió verdaderos nervios por la mirada intensa de su amigo, recordándole un poco como le había intimidado el primer día la mirada de Chanhee (Quizás eso que decía Sunwoo de que la gente que se quería se terminaba pareciendo era verdad.)

– Kevin ¿Sunwoo si ha pedido permiso en casa para invitarnos a comer? ¿Cierto? –

El androide quiso tratar de bromear para calmar sus nervios.

– ¿Tan poco fiable te parece mi hermano? –

– N-no es eso... –

– Tranquilo, estaba bromeando, si ha pedido permiso y mis madres están muy contentas de que vengáis –

Kevin sonrió de medio lado cuando escuchó como el humano comenzaba a quejarse por molestarlo, comenzó a reír cuando hizo un puchero y caminó todo recto dirección a su casa, sin esperar al chico.

– Vamos Jacob ¿De verdad te has enfadado? – No escuchó respuesta – Vale, vale, lo siento no debería haberte molestado –

Jacob aminoró el paso, sin embargo aún ignoraba la mirada de Kevin y no le hablaba, el androide sin embargo era mucho más cabezota y no se separó de su lado, y caminó en silencio junto a él hasta que quedaban escasos metros para llegar a la puerta del patio de la bonita casa del chico humano.

– Si no estás muy muy enfadado conmigo ¿Te apetecería traerte la guitarra a mi casa el día de la comida y tocar algo juntos? –

– Lullaby de Lukas Graham... –

Y Jacob, aun fingiendo que seguía enfadado con el menor, entró en su casa esperando con ansias el día en que iría con su hermano a la casa del chico.

Kevin miraba por la ventana de su habitación, esos días el cielo había estado bastante nublado debido a las constantes lluvias que pronto le darían paso a la primavera, sin embargo, esa noche en especial, las nubes se habían retirado lo suficiente como para que desde allí se viera el blanco brillo de la luna.

Desde que fue creado, y había sido nombrado con el apellido de su madre, "Moon", había comenzado a interesarse por la luna, podría parecer tonto a ojos de un humano ¿Qué interés especial podría tener una roca que refleja la luz del sol? En un primer momento solo había querido saber porque sus madres les gustaba tanto ese extraño juego de palabras con sus nombres y porque según ellas aquel sentimiento entre ellas era tan especial, con el paso del tiempo, comenzó a leer como a lo largo del pasado, los humanos habían tenido una relación muy cercana con los astros, se les había tratado como divinidades, entes con poderes e incluso se les había dado la capacidad de guiar el comportamiento del ser humano, y con el tiempo los humanos habían terminado por despreciar sus propias teorías y convertirlas en cuentos de niños.

En algún momento de su búsqueda comenzó a sentirse realmente interesado por los mitos sobre la luna, y como escuchaba, ayudaba y guiaba a los humanos que creían en su poder, le interesaba porque esos mitos no iban para él, pero en el fondo de su mecanismo, también quería ser escuchado y guiado por el astro.

– Luna ¿Qué debo hacer ahora? Realmente necesito tu ayuda, se que no soy uno de tus preciados humanos, pero... También merezco algo de ayuda para entender esto que me está pasando ¿No? Los sentimientos son tan confusos... y me siento tan solo frente a ellos... Ayuda a Sunwoo también, mi hermano lleva aquí la mitad de tiempo que yo ¡Ni siquiera ha convivido más de tres meses con los humanos! –

La luna menguante brillaba como una sonrisa en el cielo, Kevin también le sonrió, había estudiado lo suficiente sobre la luna para saber que la luna menguante significaba, la última fase antes de la luna nueva donde no podía verse la luz blanca de la luna, menguante significaba reconciliación con uno mismo, y con el cambio en la vida, un momento de reflexión.

– Gracias por escucharme de nuevo, Luna –

Para Kevin, el solitario astro se había convertido en su confidente, le contaba desde hacía un año todas sus inquietudes y a veces solo su día a día, lo que había comido, que Juyeon se había tropezado, también le pedía casi cada noche que Chanhee y Changmin se dieran cuenta de que se querían con locura, pedía que a Younghoon le fuera bien en su nueva escuela y que a sus madres les fuera bien en el trabajo, que Sunwoo dejase de dormirse y llegar tarde... y a cambio le daba conversación o dejaba una vela blanca o un incienso toda la noche fuera de su ventana, y es que nadie escuchaba mejor que la luna en todo el mundo, y estaba seguro de que su amiga en el cielo nunca contaría sus secretos e inquietudes a nadie.

Tuviera realmente poderes o influencia en los humanos como lo tenía sobre las mareas o no, lo que era innegable era que era la mejor guardando secretos. La Luna si, Sunwoo que esa noche le había escuchado detrás de la puerta... quizás no tanto.

QUE ALGUIEN ME SALVE DEL EXAMEN DE PSICOBIOLOGÍA SOCORRO

ESTÚPIDO CEREBRO FEO, ESTÚPIDO SISTEMA NERVIOSO Y ESTÚPIDA GENÉTICA.

ODIO ESTA ASIGNATURA

(depresión patrocinada por por primer curso de Psicología)