—¿Qué? —Expresa incrédulo tras escuchar aquella proposición de parte del menor, tal vez se debía al sueño que lo comenzaba a dormitar por todo el cansancio emocional que había experimentado, pero seguía sin creer completamente lo que había escuchado—. Deja de jugar...
—No es un juego —Habló con decisión, notando la intensa mirada rubí que le dedicada el mayor, no se inmutó y su voz salió con suma ligereza—. Quiero acompañarte.
—Pero... —No halló las palabras precisas que querían salir de su boca para negarse rotundamente ante aquello, no necesitaba de un guardián o niñera. Sentía que Bon comenzaba a desvariar debido a la emocionalidad en la que se sumergieron esa noche, no planeaba llevarlo tan lejos ni que se metiera demás en sus asuntos—. Creo que el sueño te está afectando, ¿Sabes? No es algo que decides tan ligeramente en un segundo, sobre todo si ni siquiera tienes conciencia del lugar y te aventuras por impulso, no participaré en tus caprichos.
Tras decir aquello volvió a recostar su cabeza en su blandita almohada para olvidar completamente lo último que acababa de pasar y simular que solo fue un corte de energía en su cerebro que lo hizo decir bobadas. Suspiró cuando se sintió más abrigado, a pesar de andar cubierto por un edredón tan grueso el frío que atravesaba sus poros era despiadado, maldecía ser tan sensible a los cambios bruscos de clima y a la época fría.
El silencio que abarca en la habitación levemente iluminada por las luces de navidad, suspira, teniendo el pensamiento de que había dejado claro su opinión, sin embargo, tras sentir un ligero escalofrío en su espalda y no precisamente por la temperatura, le hicieron darse cuenta de que tal vez, para el contrario de piel gris, no era el caso ya que no le quitaba la mirada a su espalda.
—Demonios, ya duérmete, Bon.
—... Bien... —Comenta tras una ligera pausa y Bonnie escucha el murmullo que provocan las cobijas que él tenían tras rozarse y moverse una con la otra, lo escuchó un rato hasta que sintió como algo aterrizó en su melena, incrédulo, verifica de que se trataba y se sorprendió al notar que eran gomitas de mora—. Conozco esa ciudad también... Creo que igual nos encontramos en el mismo Bus para el viaje.
Menciona él, dándole profundidad a su tono de voz tras sentir sus ojos jade más pesados y con ganas de cerrarse. Bon siente como una envoltura aterriza en su cabeza en forma de bolita y arquea las cejas impresionado de lo rápido que se las comió.
—¿Qué estás diciendo?
—¿Quieres papitas? —Pregunta tras sacar la siguiente golosina ignorando la interrogante del mayor, que ya se encontraba nuevamente sentado al borde de su cama, con una cara que le aseguraba que estaba preparando el momento idóneo para echarlo a patadas si lo que decía no le convencía—. Son picantes...
—¡Deja de meterte donde no te llaman! —Expresa el peli-morado frunciendo el entrecejo, molestó.
—¿Qué? Tú me llamaste.
—Tú lo hiciste primero.
Bon quedó sin decir nada más y se recostó en el piso, intentando cubrirse completamente con el edredón y sintiendo como, después de un rato relativo de procesar, le estaba cayendo el veinte de la magnitud de cosas que estaba diciendo... ¿Existía una forma de borrar la memoria a corto plazo? Dios, era bochornoso, sí lo había dicho por aventado, pero no esperó una respuesta tan negativa, mierda, ni siquiera podía quejarse porque tenía justa razón de negarse, no le debía nada al fin y al cabo, pero eso no significaba que no se preocupara de verdad.
—Yo... Yo tengo cosas que hacer allá también... —Bonnie arquea una ceja tras oírlo, poco convencido, Bon nota aquel silencio como pie a que siga explicando, pero le dio vergüenza tener aquella mirada desbordante de viveza observarle tan repentinamente, era como si su mirada le diese opiniones completamente opuestas sobre su persona, y lo intrigaba—. Quería acompañarte porque no me siento cómodo sabiendo todo lo que sé hoy y que tú vayas solo... Simplemente quería que me dejaras estar... Estar allí y así, pero entiendo que no quieras, no lo mencionaré más.
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Hilo Rojo (BxB)
FanfictionEn todo el mundo existe el desprecio... Las personas no son capaces de tolerar la aparecía o actitud extraña que posee otra. Las peculiaridades son lo que normalmente nos caracteriza como persona. Pero... Cuando artormetan a alguien por una anorma...