Capítulo 18: Una peligrosa sensación nostálgica...

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—¡Pero no lo metas así!

—Joder, ya casi —susurró empujando aun más.

—¡Vas a romperla!

—¿¡Acaso piensas que no sé donde caben las cosas o qué!? —expresa el pelirrojo hacia de el de hebras violetas frunciendo el entrecejo—. Ya deja de parlotear que casi lo logró.

—No va a entrar —responde cuando por fin suelta un suspiro lleno de fastidio al ver como el más alto seguía de terco intentando que aquella enorme bolsa negra llena de sabrá qué cosa se esforzaba por negarse a entrar completamente en el bote de basura, y en efecto, como había predicho, dicho material comenzaba a desgarrarse dejando a relucir varios residuos de papeles o alguna que otro empaque de comida cayendo al piso—. Estas ensuciando todo.

—¿Podrías cerrar la boca? —enuncia con aquella voz ligeramente cansada al solo recibir las contentas de Bonnie sobre que no lo iba a lograr como lo estaba haciendo, es que ese chico solo podía ver el vaso medio vació de cada situación. Finalmente le dio un puñetazo con mucha fuerza a aquella bolsa enorme que con el impulso pareció irse hasta el fondo del bote de basura, claro que, algunas cosas volaron al rededor pero al menos ya había logrado su cometido—. ¿No qué no?

Bonnie rueda los ojos y simplemente se agacha a terminar de ayudarle con lo que había quedado —aunque no le era obligatorio hacerlo—, y observa cómo el contrario también limitaba su acción a la vez que soltaba un suspiro aliviado después de varios extensos minutos intentando meter la bolsa de forma inútil. Ellos estaban ahora en el modulo del receso y apenas había sonado la campana el pelirrojo le pidió muy a su estilo que fuese a la cafetería con él, porque por más que no quisiera y se lo siguiese negando, aquello se había vuelto completamente rutinario y hasta normal en su día a día de preparatoria... Cuando iban por los pasillos se encontraron a varias estudiantes intentando llevar aquello afuera y para sorpresa de Bonnie, e incluso de las mismas chicas, el pelirrojo se ofreció a ayudarlas con una expresión completamente desinteresada.

Aunque Bonnie pensó de inmediato que aquellas chicas o, estaban realmente fascinadas con él al tener encanto tipo Badboy, o simplemente le tenían un profundo pavor al aire atemorizante que desprendía apenas lo mirabas. Sin hablar ni una sola vez también se vio involucrado en ayudarlas pues cargaban más de una bolsa.

—El receso está a punto de terminar y no he comido nada gracias a ti —expresa, refiriéndose a lo que duraron porque el más alto andaba de cabeza dura con que tenía que ser ese bote de basura porque sí. Ve como el alza los hombros restándole importancia y sencillamente sonríe de lado—. ¿Ahora qué te parece chistoso?

—Oh, nada, solo pensé en que eras un...

Sus palabras quedan en suspenso tras escuchar el breve rezongo viniendo de su parte, da media vuelta y emprende camino, sin embargo nota que no le está siguiendo y al voltear la vista ve como el chico de enormes gafas lanza una lata adentro de la cesta de metales que tenia a un lado de los botes de basura y luego se dispone a alcanzarlo.

—¿Aquí no hacen reciclaje? —pregunta recordando como en su secundaria prácticamente era obligarlo. Escucha como suelta un bufido.

—Hombre, que eso ya le toca al club de reciclaje.

—¿Hay un club de reciclaje?

—Aquí hay un club para malditamente todo.

Inquiere como si fuese lo más obvio del mundo y Bonnie no puede evitar sentir como una pequeña gota de sudor le pasa por detrás de la cabeza. Sin dudas aquella institución tenia formas muy variadas de hacer trabajar a los estudiantes a su máximo rendimiento. No pasó mucho para que ambos chicos se sumergieran en un profundo silencio con nada más que el sonido de sus pasos por el patio. Bonnie se dedicaba a pensar en que tal vez si se apresuraban lograrían comer algo en la cafetería, porque estaba seguro de que escuchaba a su estomago gruñir de la misma forma en la que él se quejaba entre murmurios, una de las penas que tuvo al haber olvidado desayunar. Sin embargo el pelirrojo se hallaba completamente sereno como si no tuviera algo que le perturbara los pensamientos. ¿Es que no tenía hambre?

Hilo Rojo (BxB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora