Capítulo 4: Reconsiderando el porqué sigo conviendo con lunáticos.

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Recargo su cabeza en sus cómodos brazos puestos en su mesa mientras se dedicaba a escuchar prestando toda la “atención” posible a su maestro el cual daba una pequeña clase de cómo realizar los circuitos en serie y en paralelo... Cómo odiaba física, era una de las materias más tediosas e insoportables que pudieron haber creado.

Ahora se encontraba en la preparatoria, luego de haber pasado todo el día conviviendo con su madre, las clases se le hacían especialmente insoportables... No paraba de pensar en el momento de llegar a casa, servirse su cena y esperar pacientemente a que sus padres llegasen de trabajar.

El día de anterior —que fue el que falto— lo paso increíble, ¡Nunca había convivido tanto con su madre dede hacia tanto tiempo! ¿Ya había dicho que era una mujer fabulosa? Por que si no, se los aclaro, lo era, de verdad.

Había pasado casi todo el tiempo mimandolo y aunque él no fuera alguien a quien le gustara mucho las muestras de afecto, las que le proporciona su madre le eran muy recorfortanes; Se la pasaron comiendo y riendo en la mañana, le mostro algunas canciones que sabía tocar en su guitarra y ella simplemente le aplaudía fascinada por el talento que poseia, vieron películas toda la tarde, claro que ésta en ningún momento dejo de revisarle la temperatura o preguntarle que si se sentía mal, también platicaron sobre como le habia ido el día anterior, no creyó conveniente contar todo lo que había sucedido así que omitió el tema del chico que vio en blanco y negro, y solo le dijo que tropezo con él, también le habló sobre el club de teatro, incriblemente ella creyó que hacerse amigo de esos chicos era buena idea... Ni cerca estaba de tener ese mismo pensamiento.

Finalmemte se habían quedado dormidos juntos en el sillón de su sala toda la noche.

El papá de Bonnie los había encontrado a ambos exhaustos durmiendo sentados en el sofá; se posicionó al lado de su hijo y soltando un suspiro completamente exhausto se quedó a dormir junto con ambos.

Claro que, al haberse despertado Bonnie no lo notó, ambos se habían ido, su mamá le dejó una nota indicándole que el desayuno estaba listo y que pronto despertaría en sus brazos... Algo cursi, pero así era ella. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro, yendo directamente a su habitación vio su telefono notando que todavía faltaba más de una hora para las clases, asi que tenía tiempo de sobra para prepararse.

Un ligero toque en su hombro lo saco de sus “pensamientos”

—Eres un chico sin modales ¿lo sabias? Ni yo me he quedado dormido en clases, y te digo que ganas no me han faltado.

¡¿Se había quedado dormido?!

Levantó la visión notando por el cristal de sus anteojos la figura de cierto pelirrojo cruzado de brazos frente a él.

—Por favor, no me molestes —dijo soltando seguidamente un bostezo, estirando los brazos y su espalda en su sitio.

—Si que eres un idiota —afirma de forma inexpresiva, seguido de esto, tomá la silla que estaba pocionada al frente a la mesa de Bonnie y la coloca justo a un lado para sentarse en esta posicionandola al revés y colocando los brazos en el respaldado—, bien, has llamado mi atención ¿a que esa actitud?

Parpadeo un par de veces, sorprendido. Bien, no se esperaba aquella acción.

Se acomodo mejor en su lugar y giró la vista buscando ver si el profesor seguía en el aula, cosa que no era así. Dios, ¿Cuanto tiempo se durmió? Y lo más importante ¿Cómo es que un docente permite eso?  Cierto... Tal vez no lo notó por sus anteojos, o por que no ronca.

—No creo que te importe —expresa sin motivo alguno de cambiar su forma tosca de contestar. ¿Y éste por que le preguntaba? No era su asunto.

—Estoy seguro de que conmigo no querrás seguir teniendo esa actitud, Niñato. Estoy siendo amable, espero las misma repuestas de tu parte.

Hilo Rojo (BxB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora