XXIII. El parque Skate.

0 0 0
                                    

Al finalizar las clases, me fui directo al área de albercas y me encontré con algunos alumnos incluyendo a Benjamín y Matthew en la clase de Martin.

Martin en cuanto me vio ya vestida con mi traje de baño, me sonrió.

-Me alegra que estés aqui.- acarició mi espalda y me hizo acercarme a los demás alumnos.-Veras que te va a gustar.

No estaba tan convencida de eso, pero tenía que intentarlo, debo aceptar que le temía a las albercas y después de lo ocurrido el fin de semana, me tenía aún más asustada que de lo normal.

Comenzamos con algún tipo de calentamiento, y posteriormente todos comenzaron a meterse en clavado a la alberca.

Yo me quedé un poco temerosa mirando el agua, no podía hacer lo mismo que los demás habían hecho, además ellos ya llevaban más tiempo tomando esta clase.

Así que Martin me sujerio entrar por las escaleras poco a poco y esperar en la orilla.

Los demás estaban en fila listos para nadar de un lado a otro, mientras que Martin me había hecho hacer ciertos calentamientos dentro de la alberca, aquella alberca no estába tan onda, por lo que podía tomar con las puntas del pie el fondo, pero no estaba lista para soltarme de la orilla.

-Tu cuerpo va a flotar en automático, por los pulmones que llevan aire, sirven como dos flotadores.- Elijah se aserco a mi explicando.-Si tomas lo bastante aire y te surmejes por unos segundos hacía el fondo sin soltarte de la orilla tu miedo comenzará a disminuir.

-Gracias, la verdad es que soy más de bosques y campamentos, casi no suelo ir mucho a la playa.

-Asi que te gustan los bosques?.

-Si, bastante.

-Que interesante.

Matthew llegó a la orilla por unos minutos y en cuanto nos vio a ambos jalo a Elijah de un brazo.

-Te toca.-le dijo en su forma tan seria de hablar.

Benjamín le hizo caso, se sumergió para posteriormente hacer su nado. Matthew salió de la alberca mojado.

-Matt!.- quise saludarlo después de que en todo el día no habíamos cruzado ni una palabra, solo algunas miradas.

El chico volteo mirando hacia abajo en dónde me encontraba.

-Gracias, de verdad no sé cómo pagarte lo que hiciste por mí.

Esta vez no sonreía como había sido tan amable el sábado en la madrugada en su casa.

-Solo no te metas en más problemas.- me respondió y seguido se fue chorreando del agua.

Me sentí un poco cortada con sus respuestas siempre tan carentes de tantas sílabas, era frío, muy frío y serio, me preguntaba cómo era que tenía esos amigos, Elijah se veía serio, pero por lo menos hablaba más que él. Y los otros dos parecían siempre tan serios, de qué platicaban, me preguntaba.

La clase se me hizo eterna intentando patalear en el agua, mis musculos de las piernas dolían y las palmas de las manos estaban ya arrugadas. El pitido con que siempre emitía Martin para iniciar un nuevo ejercicio me tenía harta y para finalizar Martin dejaba 20 minutos libres para que nadaran e hicieran clavados.

Salí de la Alberca, y me coloqué mi bata de baño, me senté un rato mirando como se aventaban clavados de la plataforma, era impresionante mírarlos sin ningún miedo a las alturas y con tal profesionalismo que incluso podían concursar con cualquier profesional.

Matthew era uno de ellos y mi mirada hacia él le incomodaba, así que tuve que abandonar antes el área de albercas para  asearme e irme por fin de la escuela.

Quién Entiende A Los ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora