IV. Propuesta

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Miercoles.

Ése día tenía libre, había quedado con Jordan, pero de verdad iría? Que era lo que tramaba?  Por qué después de tanto tiempo.

Las ansias y nervios me comían, estaba a punto de un colapso mental con tres vestuarios diferentes en mi cama;  un short con blusa corta y converse,  unos jeans con blusa olgada y botas tipo militar,  o un vestido corto con pantimedias y balerinas.

A Jordan le gustaba la tercera opción, a mí me gustaba la segunda opción y la primera talves a ningúno de los dos nos convencía, menos a él no le gustaba que fuera descuidada o pandrosa como coloquialmente decimos, así que ésa era la opción adecuada, además hacía calor y un short para ir a un parque en donde nos habíamos citado era perfecto.

Por qué hacía eso? Por que quería ir en contra de él, quería que supiera que ahora era yo misma y que no pensaba mas complacerlo.

Estaba decidida.

*

El camino al parque fué corto, pero lleno de incertidumbre, cómo es que lucía ahora?  Era mas guapo, mas gordo, mas delgado, lleno de ojeras, pálido o era el mismo de siempre?. Realmente quería que se hubiese convertido en un chico feo.

Bajé del autobús al llegar, el estómago me alvertia que no era buena idea todo ésto. Siempre en el pasado fue inpuntual así que no esperaba encontrarlo de inmediato.

Una parte de mí quería que él me plantara, que a la última hora me dijera que no había podido ir.

Pero todo eso estaba lejos de la realidad. En cuanto crucé la puerta de aquél parque lo ví parado en un arbol, su cuerpo estaba recargado en el árbol con un pié arriba, ambas manos metidas en su sudadera roja y su cabello oscuro.

Me vió asercarme a él, su cabeza se encontraba agachada y  sus ojos  veían directo a los mios, una media sonrisa en sus labios y un porte de los mil demonios.

La Universidad le había asentado muy bien, estaba delgado pero con las proporciones correctas para llamar la atención de cualquier chica, su piel se veía mas lisa y clara. Lo que me faltalba!!!  Que mi ex novio fuera todo un chico de revista.

Estaba sumamente nerviosa, no sabía si lograría artícular alguna palabra enfrente de él. Yo parecía un fenomeno a su lado. Maldita suerte. Los dejas y se ponen mas guapos.

-Hola!.-me coloqué enfrente de él, timida con las manos apretando los tirantes de la pequeña mochila que traía.

Se aserco a mí y me saludó con un beso en la mejilla.

Qué diablos hace!!!. ?

-Hola Hara. -enseguida me sonrió. -Me da gusto que hayas venido.

Lo maldije mil veces,  por qué era así conmigo?  Porqué?.

Le sonreí un poco hipocrita de mi parte. Él sabía lo que ocacionaba en mí, lo sabía. Y parecía que lo disfrutaba y se aprovechaba de eso.

-Ven vamos. -me agarró del hombro y me hizo sentarme en una banca serca de nosotros.

No dejaría que se diera cuenta lo que aún sentía por él, no depués de que me había costado mucho tiempo olvidar. Era por mi bién tener que estar altanto de mis neuronas, hormonas y mas.

- y dime, qué es eso tan importante?.-vamos dilo sin rodeos.

-Oh,  estas ansiosa. Espera un poco acabas de llegar.

Enserio?

-Bueno, tengo algunas cosas que hacer después de ésto. - si como llegar a mi casa y destruime en llanto, tragarme el refrigerador y no salir de casa en dos días.

Quién Entiende A Los ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora