>T.1 Ep.8- Nana de Troles<

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—Chicos, en serio. No es que sea aguafiestas ni nada, pero... ¡¿podrían dejar de mirar esa Vespa como si fuera lo mejor que han visto en su vida, por favor?! ¡Llevamos media hora aquí! —tus amigos no te escucharon, seguían en su mundo de admiraciones y sueños.

Resoplaste cansada y frustrada. Reclamar no servía de nada cuando ya estaban bien metidos en su burbuja.

—Agh... hombres —rodaste los ojos.

Pero bueno, para no aburrirte en la posible hora y media próxima, sacaste tu celular.

Era para no aburrirte, ¿okay?

Abriste los ojos en sorpresa cuando notaste la notificación sobre la actualización de tu libro favorito.

¡Genial!, ¡tu autora favorita al fin se dignó en actualizar!

No era como tú, que ya llevabas como 2 meses sin actualizar. Debes comenzar a ponerte las pilas, ¡pero ya!

Metas, chicos. Metas.

Rápidamente entraste a la app y comenzaste a leer, estando ajena sobre la conversación de los 2 varones mirando la Vespa a través de la vitrina.

—¿Puedes imaginarme en el camino sobre eso? el viento sacudiendo mi cabello, ¡Clara sujetándose a mi espalda! —Lake comento en un suspiro soñador, Toby interrumpiendo por supuesto.

—Conmigo, viajando en un carrito a tu lado —Jim se giró a ver hacia Domzalski, mandándole una mirada extrañada. El castaño no tardo en captar— Oh... te imaginaste a ti y a Clara solos, ¿cierto? —en un largo resoplo derrotado, el de suéter azul se alejo de la vitrina— ¿Qué posibilidades hay de que te la regalen?

—Solo un poco menores a que me gane la lotería y la compre yo mismo —el Cazatroles dijo con un toque de ironía en su voz.

—¿Cuánto tienes ahorrado?

—Solo 328 dólares y 32 centavos. Puff, para cuando tenga suficiente, se conducirán solas —bromeó, logrando captar la atención de la chica sumergida en su lectura.

—No creo que eso sea posible, a menos que venga alguien de otro planeta con mucho más basto conocimiento sobre la tecnología que la nuestra —Toby te frunció el ceño y suspiro largamente; Jim no se había dirigido a mirarte.

Sabía que tú y Toby comenzarían una discusión, así que mejor se volteo a mirar la Vespa de nuevo.

—_____... ya no te dejaré leer libros de ciencia ficción.

—¡No puedes frenar la fantasía, Tobes!

Jim abrió los ojos en grande cuando de un momento a otro, dejo de mirar la Vespa y notó el reflejo de una sombra pequeña (recargada en los cables de un poste de luz) a través de la vitrina.

—¡Espera! ¡¿Vieron eso?! —dijo solo para que sus amigos le escucharan; apunto hacia la vitrina.

Domzalski y Armstrong dejaron de discutir y miraron a Jim en confusión; se voltearon a ver la vitrina también.

—¿Ver? ¿Ver qué? —_____ preguntó, entrecerrando los ojos para mirar mejor el vidrio y reflejo; Toby se acercó para hacer lo mismo.

Jim se volteó, tratando de buscar aquella cosa que vio. Claro, no tardo mucho en encontrarla.

Abrió los ojos cuando notó que era una de esas cosas que habían sido causa de que ustedes se metieran en problemas por un asunto de allanamiento.

Tenía algo en los brazos... espera, se parecía a un... ¿bebé?

Caminando sobre el relato [James Lake Jr. x Fem. Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora