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— ¡NO! ¡Estás idiota, descerebrada, mal programada, estúpida y de todo si piensas que aceptaré!
¿Pero cómo? Nayeon no puede creer que casi acepta, es que esto está mal. De cualquier lado que lo vea (y trata de no verlo por el que le gusta) esto no es correcto. O sea, según ella no te puedes andar por la vida así, cogiendo con tus amigas. No, no puedes. Simplemente NO PUEDES.
Mina soltó un suspiro pausado y se dio media vuelta, para dejarse tendida sobre el sofá de su sala de estar.
La menor rueda los ojos, la azabache como siempre, está ignorando la gravedad de sus problemas y asumiendo que los demás tienen que cargar con el peso de ellos... Tal y como lo haría Julio Cesar con Carlagreta en la novela que vio.
Estúpido Julio César, estúpida Mina unnie.
Tomó aire profundamente cuando Mina desapareció de su vista, dejándola ahí, parada en la entrada, como un estúpido saco en el perchero. Ahora que lo piensa, ella nunca ha tenido un perchero, y ¿Por qué hace esa comparación justo ahora? Como sea, es un saco maltratado.
Im quiere pensar en algo que le ayude antes de que todo su enojo se esfume, se sienta acongojada y termina sintiéndose como niña tonta desilusionada.
Mina y ella nunca fueron el tipo de amigas que discutieran seriamente. Es decir, sí discutían, y es normal, pero jamás algo fue al extremo de ser serio. ¿Ahora se supone que están enojadas? ¿No debería ser al revés? Se supone que primero te enojas y luego va el sexo, no el sexo y que luego te enojes por haberlo hecho. Es una lógica confusa.
¿Qué es lo que debería decir exactamente? ¿Qué pasa entre Mina y ella? ¿De verdad esto la tiene que tener tan angustiada como lo hace? ¿Y por qué le pasan estas cosas? No puede ser tan mala su suerte. Lo normal es reprobar, perder tu billetera, olvidar ir por tu hermana menor a la escuela, no sabe, cosas comunes ¡No tener sexo con tu mejor amiga! No.
Siente como si hubiese hecho algo muy malo, tan malo, pero tan malo. Pero no, Nayeon no sabe porqué es malo, porqué lo hizo, porque si le gustó tanto no puede sentirse de la misma forma ahora.
— Nay... —La voz de Mina viajó hasta sus oídos, profunda, seria y simplemente perfecta.
Escuchar su nombre salir de sus labios jamás le había perturbado tanto. Le perturba porque le gusta cómo se escucha, le perturba porque no debería gustarle cómo suena su nombre con la voz de su mejor amiga, le perturba porque hace que recuerde lo que hicieron, su voz... Como cuando la escuchó gimiendo su nombre.
¡Estúpido Julio César! Por hacerme sentir esto, eres un estúpido.
Aunque probablemente Nayeon esté insultándolo a él porque su enorme y perjudicial orgullo se niega a aceptar la verdad de que en realidad la única estúpida aquí es ella por estar tan enredada en pensamientos revoltosos y sintiéndose así. Uh, sí es una estúpida.
