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Esta historia no me dió mucha confianza desde que empecé a escribirla, pero cuando vi su aceptación me quedé sorprendida. No es de mis favoritas y sin embargo le gustó mucho al lector.

Intentaré editarla, sé que será difícil puesto que no la siento como a otras, digo ese sentimiento que te hace amar la escritura y a sus personajes. Si veo que no puedo hacerlo, la dejaré tal como está.

No pretendo cambiar nada de la trama, dejaré su esencia, no os preocupéis.

Espero quererla un poquito más.

La empecé a escribir el 14/1/22

💜💜💜

Jungkook

—¡Kookie! ¡Baja!

—¡Estoy en la ducha!

—¡O bajas en cinco minutos o te traigo aquí desnudo y todo!

Tuve que quitarme rápido la espuma del cuerpo, mi madre no se andaba con tonterías.

Me puse los bóxer, un pantalón de cuero negro, una camiseta básica blanca y unas botas negras de cordones, las cuales me las metí a toda prisa para bajar cómo alma que la lleva el diablo.

Cuando llegué al salón me encontré a la señora de la pastelería de mi barrio. Tragué fuerte y me acerqué a mi madre con un nudo en el estómago. La mujer tenía la cara del demonio.

Mi madre habló calmada pero yo sabía que eso duraría muy poco. Le gustaba gritar cuando sabía que la había engañado, y como fue así, la que me esperaba era buena.

—Dime qué hiciste ayer tarde con esos amigos para nada que tienes —se refería a Jimin y a Yoongi.

—Yo no fui mamá, yo no hice nada —eché la excusa de todo adolescente—. Yo no estaba ahí, de verdad.

Sabía que no podía escapar de lo que hicimos, pero aún así tenía la esperanza, debía intentar negarlo todo, puede que sirviera con un poco de suerte tener mi culo a salvo.

—¡¿Que no estabas ahí?! ¡JA! ¡Encima tienes la cara de mentirme! —y aquí estaban ya los malditos gritos.

La mujer me había visto junto a Yoongi y a Jimin romper su cartel de luces de neón, donde ponía el nombre de su pastelería, me miraba por encima de sus lentes como si fuera una bruja.

Y es que estuvimos ayer sentados en un banco después de habernos saltado las ultimas clases, cogimos unas piedras y apostamos quién rompería primero el dichoso cartel. Fui yo quien gané, tengo que decirlo, soy muy competitivo y ganar lo es todo para mí. Hasta que no lo consigo no paro. Una apuesta me sube la adrenalina.

Pero ahora sería severamente castigado.

—Kookie, ¡Por el amor de Dios!...estoy cansada de tu actitud. ¡Algún día te veré en la cárcel y no iré ni a visitarte! —siempre decía lo mismo.

Yo apreté los dientes y cerré los ojos ante las voces de la que me crió. Ella era mi madre adoptiva. Yo había tenido tres madres desde que vine a este mundo, ya que la que me parió me dejó abandonado en un club de la ciudad. En el lugar donde las prostitutas de lujo se acostaban con clientes influyentes. Solo tenía tres meses. Ellas me tuvieron por tres días pero al final me llevaron a la policía, porque, después de todo no querían quedarse ninguna conmigo.

Después pasé por dos madres, y la tercera, ésta última resultó ser la mejor de todas, pero se enfada conmigo porque no le hacía ningún caso.

Yo solo quería divertirme y vivir la vida sin preocupaciones, y ella era una mujer viuda que se aferró a mí como a un clavo ardiendo para sentir ese cariño que le faltaba.

LA APUESTA  ( JK & TN ) 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora