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Guido Mista x Giorno Giovanna
Giorno se encontraba asomado por el balcón, era su hora de descanso y necesitaba relajarse.
Miró hacia el hermoso jardín y, como siempre, vio a Mista ahí abajo, en sus labores de guardián. Sonrió con dulzura. Desde hace tiempo ese hombre era todo en su vida.
Ya había asumido que estaba enamorado del mayor, pero no podía simplemente ignorar sus posiciones en ese trabajo, no debía mezclar lo profesional con lo personal. Mucho menos ahora que tenía tanto trabajo por hacer.
Pero había veces que simplemente no se aguantaba, como ahora. Tomó un pequeño papel y escribió un pequeño mensaje en él. Lo sujetó en su palma, acercándolo a su boca y presionando sus labios contra él. El papel se volvió una mariposa, la cual voló en dirección a Mista, hasta posarse sobre los labios del moreno.
Mista no entendía qué sucedía hasta que intentó tocar la mariposa y esta se convirtió de vuelta en papel.
"¿Cena hoy en la terraza? Solo tú y yo. Frijoles blancos toscanios"
Mista leyó la nota y volteó hacia el balcón, encontrándose con Giorno y su dulce sonrisa, apoyado en el barandal y saludándolo delicadamente moviendo sus dedos.
El papel volvió a convertirse en mariposa y voló de vuelta a Giorno, quien la tomó, esperó a que volviera a ser papel y volvió a presionarla contra sus labios, mirando fijamente a Mista.
El mayor entró en pánico y se sonrojó de manera fulminante. No sabía si esa coquetería era natural en él o era algo exclusivo que hacía con él.
Nunca lo vio hacer esa clase de comentarios con nadie más, ni siquiera con Bruno, con quien era más cercano, a sus ojos.
No tenía claro si debía hacer algo respecto a esos crecientes sentimientos por el rubio. Era su jefe, no correspondía. Sin embargo... Antes fue su amigo, y quería pensar que aún lo eran.
—Entonces, ¿es un sí o un no a la cena? —dijo en tono suave, pero audible Giorno.
—Es un sí —respondió con una sonrisa—. No podría negarme a mi jefe... Ni a mi comida favorita.
Giorno hizo un puchero y agachó la mirada.
—O sea que de no ser tu jefe no aceptarías.
—¡No! No quise decir eso, yo... Uh...
Mista dejó su posición y corrió al segundo piso, donde Giorno estaba en el balcón, y se paró de frente a él.
—No digas eso, Giorno, sabes que somos amigos desde hace suficiente tiempo como para que tengamos confianza, ¿no? Eres prácticamente la persona más importante para mí.
—En ese caso, nos vemos en la cena —respondió satisfecho el rubio.
—¿Tengo más cosas que hacer? ¿Por qué no quedarme contigo y esperar a que sea hora de cenar?
Giorno llevó su dedo a la frente del mayor y le hizo un "boop".
—Tienes que bañarte, Mista...
—Ah... Cierto —dijo soltando una risita, la cual contagió al rubio—. Entonces iré a bañarme y alistarme para ti.
Giorno se sonrojó nuevamente y sonrió, asintiendo y dando un suspiro mientras el mayor se daba media vuelta y se retiraba de la habitación.
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Nota:
Gente, no puede ser. Me acabo de dar cuenta que hice el Guido x Giorno en el día ¡CUATRO! Mista me va a odiar XD
