14.- Comb the Hair

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Squalo x Tiziano

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Squalo x Tiziano

Friéndose al fuego, un par de huevos chirriaba en el punto perfecto de cocción. El horno terminaba de tostar el pan y la cafetera estaba a punto de terminar el expresso.

Despacio y, a paso suave, Tiziano bajaba las escaleras, sonriendo cuando el aroma del desayuno llegó a su nariz. Se acercó a la espalda de Squalo y pasó su mano por su cintura hacia su abdomen.

—Buenos días —dijo dulcemente, dejando un beso en el hombro contrario.

—No debiste levantarte solo, Tiziano, pero buenos días —respondió a la vez que se volteaba y le sonreía al de tez morena—. Pudiste caerte en las escaleras.

—No te preocupes tanto. No necesito que me sobreprotejas a mí. Estamos vivos después de la batalla de ayer, y eso es todo un logro. Todo gracias a ti, Squalo.

—Claro que no, fue gracias a ti que sacrificaste tus manos para que pudiera utilizar a Clash.

Tiziano solo soltó una risita y se acercó, rozando su nariz con la ajena de lado a lado en un besito esquimal.

—Seguimos siendo los mejores trabajando en equipo.

Squalo sirvió el desayuno y ayudó a Tiziano a comer. el rubio tenía una mano completamente vendada y la otra reposaba con un yeso en un cabestrillo.

Una a una, fue dando de cucharadas y mordidas hasta que Tiziano terminó de desayunar. Luego de eso, fue a ayudarlo a bañarse.

Ambos, en la tina, compartieron un par de caricias inocentes entre la espuma, y un par de besos furtivos que, según Squalo, eran su paga por los servicios y cuidados.

Luego de salir del baño, Squalo revisó que los vendajes y el yeso no se hubiesen mojado, y vistió a Tiziano con cuidado.

—¿Hay algo más en lo que necesitas que te ayude antes de ir a preparar el almuerzo? —preguntó Squalo mientras terminaba de vestirse.

—Mi cabello —respondió Tiziano con un puchero—. Está enredado y desarreglado. Si se seca, ya será mucho más difícil de peinar.

Squalo fue hasta el baño y tomó todos los implementos que veía a Tiziano usar a diario. Trepó a la cama y se hincó detrás del rubio, empezando a desenredar con delicadeza y cuidado, mechón por mechón. Pasaba el cepillo despacio, deteniéndose ante cada nudo, por pequeño que fuese, para atenderlo con paciencia y cuidado único, teniendo precaución de no tirar del cabello ni causarle ningún tipo de dolor a Tiziano.

Una vez que tuvo todo desenredado, repasó peinando varias veces toda la cabellera, admirándola y observándola con cariño.

—¿Te he dicho que me encanta tu cabello? —preguntó dejando una caricia desde la cabeza hasta la punta del cabello de Tiziano.

—Sí, pero en situaciones más íntimas. Es lindo saber que te gusta siempre.

Squalo se sonrojó y sonrió. Tomó el secador de cabello y, con ayuda del cepillo, empezó a retirar toda la humedad de las hebras claras.

—Squalo... —llamó con voz aterciopelada—. Te amo. Lamento que tengas que hacer todo esto por mí, debe ser molesto.

—Tiziano... Yo también te amo, y cuidarte es una forma de demostrarlo. No me molesta, por el contrario, me encanta estar pendiente de ti todo el tiempo.

El rubio platinado se dio media vuelta y buscó los labios contrarios, compartiendo con Squalo un beso suave y cariñoso. Se separaron un poco y juntaron sus frentes, donde compartieron una sonrisa.

—¿Te puedo hacer coletitas como las mías? —preguntó Squalo.

—No se me verán bien...

—Claro que sí, eres precioso, todo se te ve bien, quédate quieto.

Tiziano negó con la cabeza y dejó que su novio jugara con su cabello. Después de todo, no tenían nada más que hacer.

Flufftober (JoJo's Edition)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora