⋆ 𝑳𝒐𝒔𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒐 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆 ⋆

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❤️🍃🍵✨💚

—¿Estás bien, ZhanZhan? —pregunta Jasper.

—Ah, sí, sólo un poco cansado -le respondo y me acomodo en el asiento mientras él continúa conduciendo.

Hoy el cielo está limpio. Despejado. Hace mucho que no lo veía tan claro y me entran unas ganas increíbles de bajar del coche y echarme en medio de la acera a contemplar a Vulpecula, quién de repente hizo aparición y me lleva a imaginarmelo a él.

A él y el fantasma que esta noche apareció en el bar.

En la radio del auto, pronto comienza a escucharse Lose you to love me. Enseguida mis recuerdos son sacudidos y me transporto a aquel tiempo. Cuando era un crío ingenuamente enamorado de mi mejor amigo.

❤️✨🍵🍃💚

Tenía dieciséis años. Mi cuerpo había presentado una serie de cambios hormonales increíbles.
Cada que regresaba de visitar a Yibo, me encantaba oler la sudadera que le había "pedido" prestada. Necesitaba olerla e irme a dormir casi enseguida para soñar con él.

Muchas veces ensucié su nombre con mis sueños, muchas veces él me besaba y me pedía quedarme a dormir a su lado... Muchas veces desperté y había una erección palpitante en mi entrepierna. Entonces volvía a ensuciar su nombre.

Cuando Yibo comenzó a tener citas con otros, los odié a ellos. ¿Cómo podían ganarse ese privilegio, si a mí, siendo su mejor amigo, sólo me invitaba a tomar el té en su casa?

Fue cuando me pedí un cambio de look. Corté mi cabello, me cuidé del acné, cambié mi guardarropa y utilicé un nuevo perfume. Quería llamar la atención de mi mejor amigo.

Él nunca se dio cuenta de los cambios que hice.

Por mucho que me esforcé en mostrarme lindo, en siempre estar limpio, Yibo jamás lo notó.

Un día, cogí valor y me enfrenté a él. Si Yibo no se daba cuenta de lo que estaba haciendo, yo tendría que mostrárselo.

Le dije:

Mírame, ¿ahora parezco un chico guapo? —Tenía la mirada un poco cabizbaja, pero no era por vergüenza, sino porque estaba cogiendo todavía más valor para decir: —Invítame a salir.

Esperé a que Yibo respondiera, que dijera un «Sí, salgamos, Zhan» o cuanto menos un «Luces muy lindo».

Nada de eso llegó. Él con frialdad me miró de pies a cabeza y soltó con voz seca:

—¿Qué te sucede hoy? Te vez raro. Ve a asustar a otros, no a mí.

Me mordí el labio para que no se notara lo tembloroso que estaba. Yibo continuó caminando y yo salí huyendo, con cientos de lágrimas alrededor de mis ojos.

Yibo no me siguió. Tampoco me escribió.

Llegué al parque, donde Jiaer siempre jugaba al básquet, al verme, me abrazó y yo me desahogué.

Algunas veces me di golpes en el pecho porque mi estúpido corazón estaba también llorando el nombre de mi mejor amigo. Yo no quería sentir eso. No quería sentir algo por alguien que no parecía tener interés en mí.

No volví con Yibo después de ese día. Me daba vergüenza. Incluso no podía ni siquiera mirarme al espejo porque recordaba sus palabras hirientes. El perfume de Channel lo tiré a la basura.

Canciones Para El Té | YizhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora