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Yoongi estaba que no se la creía, de todas las temáticas para fiestas que podían haber hecho, sus...amables compañeros de clase habían elegido la de un baile, claro que después la fiesta sería lo principal, pero en lo que iba enfocado era en bailes lentos.

El rubio nunca fue bueno para bailar, además de que le causaba pereza tener que pensar en todo lo que consistía. Así que ya había tomado la sabía decisión de no asistir, claro, hasta que se le salió el comentario en la cena y su madre su puso eufórica.

— ¡Que romántico! Un baile de preparatoria es lo mejor — hablaba con ilusión su progenitora — yo también tuve uno y ahí conocí a tu padre, fue tan mágico, ambos conectamos al instante y desde entonces estamos juntos, es como si hubiera sido el destino — suspiró — tal vez encuentres a tu alma gemela ahí — guiñó su ojo hacia su hijo menor y este solo rodó los ojos.

— Sí...claro, pero no iré, así que ni te ilusiones — cuando iba a probar bocado, su madre le dió un golpe en la frente y se quejó — ¿Ahora que dije?

— Claro que tienes que ir y así será, quieras o no — dijo la mayor en un tono serio, si así se ponía su madre era obvio que nadie podría hacerla cambiar de opinión.


[💫]

Ya era el día del supuesto baile, que sería al ocaso. Las clases habían terminado y Yoongi solo quería ir a su casa, tenía una cita muy importante con su querida almohada y su cama, sus dos cosas más favoritas en todo el mundo, después del baloncesto y su piano de abedul.

Pero su querida cita se vio interrumpida cuando al entrar a su casa, su madre lo interceptó y lo llevó a su habitación, mostrándole un bonito traje color negro, la tela era un poco brillante pero sin exagerar, unos zapatos negros y una camisa del mismo color, algo moderno pero sin perder el lujo.

La verdad tenía que admitirlo, su madre si que tenía estilo y no negaría que quería probar ese traje y dormir con el puesto; pero sabía a ese punto que no sería así.

— Muy lindo y todo, pero no — negó el rubio y solo su madre lo miraba con ese rostro neutro que a todos en su hogar les daba escalofríos — no quiero ir a ese baile, además, no tengo con quien ir y si voy solo seré el hazme reír de todos.

Estaba sonriendo mentalmente porque su madre pareció entrar en un momento en pánico pero si sonrisa mental se fue cuando ella sonrió y lo miró.

— Puedes llevar a Suran, sé que está contigo en el mismo curso y su mamá me dijo esta mañana que tampoco tenía con quién ir — aplaudió y antes de salir del cuarto habló — así que alístate porque pasarás por ella a las 7 pm.

Genial.

[💫]

El rubio ya estaba listo, de hecho, ya estaba en la fiesta. Suran y él eran amigos de la infancia y se llevaban bien, solo que ella era más sociable y al llegar fue directamente a dónde estaban sus amigas y su novio que mantenía en "secreto" a sus padres, la verdad no le importaba, porque así se iría más rápido a casa.

Fue a la mesa de bebidas y se sirvió algo de ponche de frutas, cuando interceptó una imagen que le llamó la atención.

Al fondo del salón, un chico de cabellera castaña rojiza estaba sentado en una de las mesas con la cabeza gacha, los que estaban a su alrededor solo ignoraban su presencia, a Yoongi normalmente le importaban un comino la vida de los demás, menos la de su familia y amigos cercanos -a veces-, pero algo dentro de él le dijo que debía de ir con ese chico.

Solo caminó hasta él con su bebida en una mano y en la otra un vaso con ponche limpio, hasta que llegó con el castaño.

— Ehm...hola — dijo Yoon con el tono de voz más amable que encontró — ¿Por qué tan solo?

El joven dió un brinco en su lugar hasta que levantó la mirada y miró al rubio, Yoongi mentiría que esos ojos avellana no le encantaron desde que los vió.

— ...hola — su tono de voz era bajo pero aún así el contrario pudo escucharlo — vine a la fuerza por un amigo, que me dejó solo...

— Oh, que pena — su tono salió algo sarcástico pero lo corrigió al instante — uhm...te ví desde lejos y te traje esto — extendió el vaso y el chico lo tomó con algo de desconfianza — por cierto, soy Yoongi, Min Yoongi.

— Soy Jung Hoseok — le dedicó una sonrisa que sin saberlo a ciencia cierta, atacó el corazón del rubio.

Por casi una hora estuvieron hablando de sus pasatiempos y gustos, Hoseok era un año menor pero había sido arrastrado por su amigo Jackson. No tenían casi nada en común pero eso hacia que esa conexión que tenían se hiciera de alguna forma, más fuerte.

En ese momento, el DJ colocó las canciones lentas para el baile, muchas parejas estaban en la pista -por no decir que un 97% de los invitados estaban ahí- y Yoongi solo se le ocurría una cosa.

— Hoseok...tal vez puede sonar raro pero...¿Quieres bailar conmigo? — extendió su mano a un sorprendido castaño, que no sabía cómo reaccionar.

— Pero...somos hombres y..-

— ¿Y eso qué? Ambos tenemos el derecho, así que... — suspiró y tomó la mano del menor — ¿Me permites esta pieza?

Cierta duda en los ojos del castaño se hacía notar, pero solo asintió con algo de vergüenza, Yoongi sonrió y ambos fueron a la pista de baile, era un baile lento; así que por sola inercia, Hoseok puso sus brazos alrededor del cuello del rubio y este lo acercó, abrazándolo por la cintura.

Ambos estaban en su propia burbuja que crearon desde que conectaron miradas, algunos los miraban sorprendidos, otros extraño o incluso enfadados. Nada importaba.

Su madre tenía razón, fue buena idea ir al baile, porque así como ella en en su tiempo, encontró a alguien muy especial y que podía considerar como su alma gemela.

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Es que yo lloro brillitos,, me lo imaginé y nooo 😭✨

sOPE MIS PADRES 💖

Stay with you | FLUFFTOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora