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Todo eran problemas nada más, o eso es lo que pensaba a diario Jung Hoseok, siempre era la misma situación la que vivía cada vez que salía de la universidad con sus amigos, tanto a alguna fiesta o reunión, como también si salía de la facultad con ellos.

Pero el conflicto no era con sus amistades, no, era más bien con su novio, Min Yoongi.

El chico pálido que conoció en la escuela secundaria, ambos desde ese momento fueron inseparables y al paso del tiempo, comenzaron a salir como pareja oficial. Todo era perfecto en un inicio, él seguía con sus estudios en la facultad de artes de Seúl, el pelinegro trabajaba en un pequeño local de tattoo's.

Todo cambió radicalmente entre ellos cuando el mayor pasó a recogerlo y lo vio dándose un abrazo bastante cercano con su amigo Jimin, prácticamente fue directamente hacia ellos y le proporcionó un golpe en la mejilla al rubio, tumbandolo al suelo y con una mirada desconcertada y asustada de parte de Hoseok.

"¡No te quiero ver cerca de mi novio otra vez! ¿¡Me escuchaste, idiota!?"

Después de eso, Hoseok siempre era recogido por Yoongi, sus amistades por miedo al chico pálido y tatuado que tenía como novio su amigo, decidieron alejarse un poco.

— ¡Ya no puedes hacer esto, Yoongi! Tus malditos celos están alejando a todos mis amigos — ya harto de la situación, el castaño por fin decidió hablar — me tiene harto que todos se alejen de mí por miedo a ser golpeados por ti.

— Hoseok, ¿Es qué no lo entiendes? — el enojo comenzaba a hacerse presente en el pelinegro — estoy cuidándote de todos esos idiotas, ellos quieren más de ti y yo no quiero eso.

— ¡Eres el único que lo ve de esa manera!

— ENTONCES LÁRGATE CON ESOS HIJOS DE PUTA SI NO QUIERES ESTAR MÁS CONMIGO — gritó de golpe el mayor sin pensar bien en sus palabras, estaba que hervía de la furia que se cargaba.

— BIEN — Hoseok ya con inevitables lágrimas cayendo por sus ojos, se levantó del sofá y salió del apartamento del pelinegro, dando un portazo al salir.

Pasados unos minutos, hundido en el silencio, Yoongi cayó al suelo pensando en lo que acababa de pasar, el arrepentimiento se apoderaba en todo su ser, ¿Cómo había sido capaz de gritarle de esa manera a su novio? Era todo un monstruo.

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Habían pasado unas semanas y nada mejoraba, Hoseok se sentía más vacío que nunca, sus amigos intentaron de todo para animarlo pero era inútil, era como un muerto en vida.

Cada día al terminar sus clases, esperaba que Yoongi estuviera fuera para ir juntos a tomar un helado o pasear por ahí haciendo bromas tontas. Pero él no estaba ahí.

Por otro lado, Yoongi no estaba mejor; en su trabajo había cometido ya muchos errores, debía de tatuar a un sujeto algo así como un corazón con un nombre en el centro pero terminó haciendo un corazón roto sin querer.

Ese día casi es golpeado por todo el grupo que acompañaban a ese hombre, pero su colega y amigo Jungkook, evitó que fuera puré de Yoongi ese día.

— Suga hyung — habló el joven a su lado —  tienes que hablar con Hoseok hyung y pedirle disculpas, ya no puedes más estar lejos de él, es como si fuera...

— Mi batería — el pelinegro terminó la frase y suspiró, era cierto, estar cerca de Hobi siempre le daba su energía de cada día, la verdad para ese punto no sabía cómo es que seguía saliendo de su apartamento a trabajar.

Estaba decidido, ese mismo día iría a rogar por las disculpas de Hoseok y arreglar las cosas.

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Cierto castaño se encontraba encerrado en su pequeño apartamento con un libro en sus manos pero su mente en quien sabe dónde.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta fue tocada, a lo mejor era la pizza que había pedido, así que se levantó y sue directamente a abrir, pero lo que sd encontró no era exactamente una pizza.

Su novio estaba frente a él, empapado tal vez por la lluvia que apenas notó y con su respiración más fuerte de lo normal.

— Nop, esto no es lo que pedí — Hoseok habló en voz alta más para él que para el mayor y le cerró la puerta en la cara.

— Hoba...por favor ábreme — el pelinegro golpeó suavemente a la puerta, recargando su frente en la puerta — te debo una disculpa, no debí de comportarme de esa manera, no sabía del daño que te estaba haciendo pero el verte tan cercano a tus amigos...pensé que podrían alejarte de mí o que querrías más estar con ellos que conmigo — suspiró — no supe manejar para nada mis emociones y te lastimé, perdóname, Seokie.

Cómo lo sensible que era Hoseok, sus lágrimas no tardaron en salir, sabía que el mayor nunca se abría tan fácilmente cuando se trataban de sus sentimientos, así que, esto si era un gran avance.

Lentamente abrió su puerta y sin poder resistirlo un segundo más, se lanzó a los brazos de Yoongi en un fuerte abrazo que claro que correspondió el mayor. Dios, se sentia tan bien poder estar entre los brazos de su pareja, el pelinegro ahora se sentía completo y relajado.

— Perdóname también por no intentar comprender tus sentimientos y no darte la oportunidad de que me explicaras... — susurró el castaño — pero ahora en adelante, eso no pasará más, oh Yoonie, te extrañé tanto.

— Eres mi Sol, solo contigo veo la luz y mis días dejan de ser oscuros y sin sentido, eres mi batería, Hobi.

Y así era, Hoseok era la luz de Yoongi y éste era la otra mitad que complementaba al castaño.

Simplemente estaban hechos el uno para el otro.



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BUENOOOOOOOOOOOO¡!

AHORA ME ATRASÉ MÁS :D

DE AHORA EN ADELANTE SERÁN PUROS DRABBLES PORQUE MI MENTE NO DA PARA MÁS

Bye bye~♡

Stay with you | FLUFFTOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora