Diez

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Lean la nota final por favor.

El lugar parecía a punto de explotar, la fila de ingreso era enorme. Stiles no se sorprendió cuando ellos sin hacer fila entraron, esas son algunas de las ventajas de ser populares.

Estaban en una de las discotecas cercar de la universidad a la que asisten, y al parecer los amigos de Stiles eran clientes frecuentes ya que saludaron a todo el mundo.

Fueron a una de las mejores mesas e inmediatamente tenían una ronda de cervezas a su disposición.

―¿Qué pasa, Sti?  ―preguntó Isaac al ver la mueca en el rostro del chico.

―Yo, uhm, no me gusta la cerveza.― dijo un poco tímido.

―No te preocupes ―levantó la mano y pronto tenían a un camarero junto a ellos ―trae un buen trago fuerte para mi amigo.

Stiles abrió a tope sus ojos y empezó a negar rápidamente, pero el camarero ya se había ido. Al rededor de unos minutos tenía un vaso con un líquido de varios colores. El sabor era dulce pero no quitaba la quemazón del alcohol. Para ser sincero, al chico le gustó.

Su promesa de no tomar alcohol se fue por el caño, iba por su ¿quinto? ¿Sexto? Trago de la noche, ya se sentía mareado y se reía por todo.

―¿Quieres ir a bailar, bonito? ―Scott soltó una carcajada luego de hacer la pregunta, Isaac a su lado se reía igual.

Stiles, Isaac y Scott fueron a bailar. No tenían un ritmo seguro pero se movían sin vergüenza. Sintió unas manos en su cadera y un fuerte pecho pegado a su espalda, la respiración de la persona fue a dar directo a su oído.

―¿Te estás divirtiendo, Stiles?


Esta historia la tengo escrita hasta el final. Por lo que la actualizaré a diario y si ustedes lo piden podría hacer maratones.

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