Veinticinco

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Los meses pasaron volando, ahora ya estaban en el final del semestre. La relación de Theo y Stiles iba de maravilla.

A Derek le costaba cada vez más verlos juntos, cada día se arrepentía de no haber hecho algo cuando Jennifer agredió a Stiles. Simplemente lo abandonó y se quedó al lado de la chica, ignoraba las llamadas de sus amigos, evitaba cuando estos querían hablar con él. Se sentía sumamente estúpido por actuar de esa manera, no sabe qué estaba mal con él, y ahora se arrepentía.

― Chicos, necesito su ayuda― Stiles llegó hasta ellos. Era raro no verlo con el otro castaño.

―¿Qué pasa, Sti? ― preguntó― Justin.

―En dos días cumplimos cuatro meses de novios con Theo. Quiero hacer algo especial para él y necesito de su ayuda.

Derek se quedó sin aire, ni en sus más horribles pesadillas pensó que en algún momento estaría ayudando al chico que le gustaba a planear una sorpresa para su novio.

―Sabes que cuentas con todos nosotros, dinos qué planes tienes y te ayudaremos ―esta vez fue Scott quien habló.

―¿Cuento también contigo, Derek? ― sintió la mirada de Stiles y todos sus amigos sobre él.

Tragó saliva y respondió.

― Por supuesto, para eso están los amigos ¿no? ―dio una sonrisa forzada.

― Estupendo.

Stiles sonrió tan grande y brillante que eso sanó sólo un poco las heridas de su corazón.

Todos escuchaban atentos la idea que Stiles tenía, sonriendo y aportando ideas que el castaño recibía encantado. Derek quería golpearse por idiota, ahora mientras veía lo que Stiles planea hacer para Theo, se lamentaba aún más por haberlo perdido. Imaginaba que eran ellos los que celebrarán los cuatro meses de novios, en que era para él la sorpresa que planeaban y eso solo le dolía más. Theo es muy afortunado por tener a Stiles.

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