Veintidós

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Derek veía a la chica hablar y hablar, no le prestaba atención en lo absoluto. Dejó de escucharla desde el momento en donde dijo que "deberían ir con sus padres y hacer su relación oficial".

―Puedes cerrar la maldita boca de una buena vez, me tienes cansado con tu irritante voz de pito. No tenemos una relación, fue un simple invento tuyo, tú eres la única que cree que tenemos una ¿No te das cuenta de que me siento incómodo contigo a mi alrededor? Siempre pegada a mí como un molesto chicle en el zapato.

―Pero, honey. ― dijo ella con la voz temblorosa y lágrimas en los ojos.

―Lamento hablarte de esta manera, Jennifer. Pero necesito que entiendas que no siento nada por ti, mi intención no era lastimarte, por eso no terminé contigo. Pero me he cansado de fingir algo que no siento, lastimé a Stiles, perdí a mis amigos. No necesito más esto.

―Perdóname, Derek. Es sólo que tú me gustabas desde mucho tiempo y creí que con el tiempo tendrías sentimientos por mí.

―Ya no importa, sé feliz Jennifer. Encuentra a alguien que te ame.

Salió con un único objetivo, recuperar a Stiles. Iba practicando lo que le diría, si Stiles le pedía que caminara de rodillas desde su casa a la universidad lo haría con tal de conseguir su perdón. Luego iría con sus amigos para tenerlos de vuelta de nuevo.

Pero sus planes se vinieron abajo cuando vio a Theo, uno de sus amigos abrazado con Stiles. Su Stiles.

Inalcanzable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora