Veintiuno

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La cita de Theo y Stiles fue maravillosa, fueron a la feria y subieron a todos los juegos que les fue posible. El castaño rió en toda la noche, el ojiazul fue muy amable y atento con él.

Llegaron a la casa del menor y se creó una atmósfera nerviosa.

―Gracias por aceptar salir conmigo― su mano derecha despeinó su cabello mientras la derecha acomodaba sus gafas. Esto causó una risa en Stiles. ―¿Qué pasa? ―¿acaso Stiles se estaba burlando de él? El simple pensamiento le hizo doler el corazón.

―Lo siento, sucede que Derek también acomoda sus gafas cuando está nervioso.

―Oh, Derek.

Theo se sintió triste, Stiles estaba pensado en Derek mientras estaba en una salida con él.

Stiles se sintió un completo tonto, no debió haber dicho eso. Así que lo arreglaría.

―Pero tú pasas también la mano en tu cabello, arrugas tu nariz mientras sonríes o te ríes. Es un gesto muy lindo y tierno.

Una sonrisa apareció en el rostro de Theo, y arrugó su nariz.

―Exacto, justo así.

El más bajo se acercó al rostro del ojiazul y dio un beso en la nariz de éste, cuando se dio cuenta de su acto se sonrojó en sobre manera e intentó alejarse, pero el más alto no lo permitió y lo atrajo en un abrazo donde Stiles escondió su rostro en el fornido pecho de Theo.

―En serio me gustas, Stiles. ―dijo mientras daba cortos besos en el esponjoso cabello del más bajo.

*(NA: Imaginemos que Theo es más alto que Stiles acá.)*

―Tú también estás empezando a gustarme. ―dejó un corto beso en el pecho de su cita.

Ambos se quedaron con una sonrisa boba y enamorada en el rostro, abrazandose por un poco más de tiempo.

A unos metros de ellos, se encontraba un pelinegro con las manos hechas puños mientras veía la escena muy enojado.

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