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"Dame otra oportunidad"

Otros golpes a la puerta.

Chuuya insultó todo lo conocido y desconocido en un murmullo estando recostado en su sofá, no quería lidiar con nada ahora, estaba cansado y de muy mal humor.

—¡Sé que eres tú, Dazai!—gritó en dirección a la puerta principal. Tenía la total certeza de que era Dazai quien estaba irrumpiendo en su casa, ni se molestó en verificarlo— ¡Lárgate! No te voy a abrir, imbécil.

Ya no eran compañeros, estaban en bandos diferentes y eran ex-novios, ¿por qué tan siquiera se aparecía? ¿tan descarado era para volver a buscarlo luego de botarlo así como así?

Chuuya apretó los dientes con rencor, recordaba bien las palabras burlesca que empleó Dazai cuando terminaron la relación. No lo soportaba, y lo odiaba más con cada golpe a la puerta que resonaba en toda la habitación. Se juraba a sí mismo que lo mataría despues.

De pronto, los golpes a la puerta cesaron y no se escuchó más ningún ruido. Chuuya supuso que Dazai se había cansado de insistir y/o se había ido, poco le importaba a fin de cuentas.

Ahora, con más silencio, sentía que podía tomar su siesta...

Pero entonces se escuchó un tintineo particular, Chuuya abrió los ojos con lentitud sin entender que generaba el sonido, tampoco se asomaría a ver porque capaz y era una trampa de Dazai.

Más, se sobresaltó al oír como la puerta era abierta. Sorprendido, Chuuya se colocó de pie rápidamente para verificar de qué se trataba, se encontró con la puerta abierta y un Dazai junto a esta sujetando unas llaves

Dazai había abierto la puerta por su cuenta.

—¿Cómo...?

—¿Se te olvida que era el ejecutivo más joven de la mafia? La cerradura de tu puerta no es nada...

—Akutagawa te dio la copia de la llave que le di para emergencias, ¿no?

—Chuuya, eso no es lo importante—habló Dazai dando unos pasos firmes hacia el más bajo, mirándolo.

Aún así, Chuuya no le prestó atención, simplemente no merecía importancia Dazai, luego de las distintas cosas que le hizo sentir y de tal vacío que le dejó cuando se fue, debía olvidarlo. El pelirrojo inclinó un poco su cabeza y solo emprendió camino de regreso a la sala, echar a Dazai de la casa no tenía sentido, porque este hallaría la forma de volver a entrar...

—¿Qué caso tiene que vengas a verme? Hace tiempo te fuiste y ya no somos nada...

—Chuuya...

—Vete ahora que no tengo humor de arrancarte la garganta—dijo Chuuya tratando de mantener la tranquilidad y calma que no lo identifican.

—Chuuya... vine... porque quiero que volvamos a ser lo que eramos...

Chuuya abrió sus ojos impactado, ¿volver a ser novios? ¿a este punto de la historia, que son de bandos enemigos? Sería idiota si creía que volvería con la persona que lo traicionó y abandonó.

Estaría loco si tan siquiera consideraba que las intenciones de Osamu eran honestas. Tenía en claro que este era un mentiroso, vieras por dónde lo vieras.

Chuuya no volvería a caer.

—Lo único que podemos volver a ser, en este vida o en la siguiente, es rivales. Porque ni siquiera como compañeros te volvería a aceptar.—Chuuya le dió la espalda, era algo duro, pero nadie dijo que lo mejor era lo fácil.

—Oye, Chuuya...

—Cierra la puerta con seguro al salir, Dazai.

Ni siquiera lo volvería a mirar.

Angstober [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora