Nuestro Ken cuando al fin reaccionó se escondió en el cuello de la más baja para esconder su enorme sonrisa. Se sentía tan feliz en ese momento que la abrazó mucho más fuerte, sintiendo su espalda en su pecho.
–Hey Vivi.– la llamó aún con una sonrisa tratando de que lo mire.
–¿Qué pasa Kenny?– dijo evitando su mirada.
–Mirame.– le suplicó.
La chica aún roja conectó miradas con él, recibiendo un beso en los labios que la tomó de sorpresa. El más alto movía sus labios suavemente sobre los de Vivi que intentaba seguirle el ritmo. Con el pasar de sus movimientos lograron coordinarse, disfrutando esa danza que con sus labios compartían. Él se separó suavemente de ella para mirarle el rostro nuevamente pero la chica agachó su mirada, tratando de volver a la tierra, más sonrojada que nunca. El más alto acomodó a la chica para que esté cómoda colocando sus piernas sobre una de las suyas y continúo sosteniendola lateralmente. Estaba muy feliz y no podía ocultarlo. La chica se sentía muy roja como para volver a observar su rostro. Trataba de procesar lo vivido pero cada vez que volvía a pensarlo sentía más caliente su rostro. El más alto la veía con una sonrisa de oreja a oreja enternecido de lo poco que podía ver del rostro la chica. No iba a mentir, quería más de esos besos pero no quería presionarla a hacerlo por lo que se dedicó a acariciar su espalda.
–Kenny, me gustas mucho.– soltó Vivi, con la voz temblorosa y aún en el cuello del nombrado.
–No te escuché bien ¿podrías decírmelo otra vez?– la había escuchado claramente pero quiso escucharlo otra vez para llenar su corazón con más alegría, y se aseguraba de que un futuro no se cansaría de oírlo.
La chica salió de su escondite con toda su valentía a flor de piel y con sus manos en el rostro del trenzado, repitió fuerte y claro:
–¡Me gustas Ken!– Él le dió una sonrisa mirando sus ojos.
–A mí también nena.– ante la respuesta Vivi repartió pequeños besitos por todo el rostro de Kenny, mientras esté reía con ternuray se dejaba ser. Finalizó la chica acariciandole la nuca y disfrutando el momento en un silencio que ambos disfrutaban con una sonrisa en sus caras. De vez en cuando el alto le robaba piquitos que hacían sonrojar a la muchacha. Entre esa escena melosa el escandaloso celular del chico sonó y al ver que era Baji le contestó de mala gana.
–¿Qué pasó idiota?– le estaba robando tiempo con su chica obvio que estaba molesto. Ella solo se acomodó en el pecho del chico siendo abrazada por el brazo libre del más alto.
–Bueno, ¿nos levantamos de mal humor?– se le escuchó con su característico tono sarcástico. –Mikey me dijo que quiere que se encuentren en el patio de la entrada durante el recreo. Quiere hablar contigo sobre unos peces o algo así.
–Dile que lo mataré.– y cortó la llamada, devolviendo toda su atención a Vivi.
–¿Pasó algo?– preguntó la chica que veía suspirar al chico.
–Mikey quiere hablar sobre los pecesitos. Seguro iremos luego del colegio, así que te esperaré en la puerta con él.– respondió apoyando su quijada sobre la de la chica y acariciando suavemente su cintura.
–Esta bien Kenny. Luego volveremos para estudiar, la siguiente clase que tengo es con la profesora que nos tomará el exámen. Así que le preguntaré algunas cosas así se nos hace fácil.– informó.
–Muy bien pensado Vivi, luego volveremos y estudiaremos el resto de la tarde. Yo te llevaré a casa así que dile a tu hermano que no se preocupe.
–Ah me olvidé, ¿Cómo lograste que tu hermano te dejará dormir en casa?
–No lo sé, estaba ordenando la comida que dejamos en tu escritorio y tú hermano me invitó a comer. Luego solo hablamos un rato y me invitó a dormir porque era tarde.– contestó omitiendo detalles.
–Wow, mi hermano tiene corazón.– el alto río. Realmente tenía un corazón de oro como el de la chica.
–Creo que sí.– río el chico.
Luego de un rato hablando de cosas random como lo era que usaba en el cabello Kenny para que se vea y se sienta tan suave. También compartieron sus gustos de comida y lo cuánto odiaban ciertas verduras. Pasaron el tiempo riéndose de las ocurrencias del otro con mimos de por medio. Viví descubrió que le encantaba que le acaricien la nuca al más alto mientras hablaban, al igual que él descubrió que le fascinaban los besos sorpresivos en sus mejillas ya que la hacían reír. Finalmente, para la mala suerte de los adolescentes, sonó el timbre anunciando el cambio de hora y por lo tanto de clases. Les comunicaba a ambos la hora de su separación. Ambos se levantaron para acomodarse el uniforme y empezaron a encaminarse a sus salones. El más alto para tener unos minutos más de su compañía la acompañó a su salón y ella no se quejó ya que realmente estaba feliz con él.
– Después de clases nos encontramos en la salida, Viví.– repitió Ken no queriendo dejarla ir. Al llegar a su salón veía como sus compañeras la veían de mala manera para luego sonreírle al alto.
–Si, si Kenny.– le contestó notando a las chicas que pasaban. No era que tenía la peor relación con ellas pero se notaba que desde que se empezó a verse con Ken, no la veían de una manera positiva. La chica en un pequeño acto de enojo e impulso, le dió un sonoro beso en la mejilla y el chico se quedó en shock tratando de procesar el momento. –Te quiero mucho Kenny. Nos Vemos luego en la salida.– Al chico no le dió tiempo de devolverle esa pequeña oración que le hacía latir tan rápido su corazón. La chica rápidamente le dió su última sonrisa para meterse en el salón y ubicarse en su asiento, con su cara rojiza.
Draken, en cambio, emprendió camino hacia su salón procesando lo que había pasado. ¿Acaso la chica estaba marcando territorio frente a sus compañeras? Sonrió tontamente ante su cuestionamiento.
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El Examen
FanfictionDónde Draken descuida sus estudios quedando último en su clase. Teniendo una oportunidad para salvar sus vacaciones de verano, se une junto a una chica para poder lograr aprobar el examen.