Episodio XIII

2K 167 11
                                    

"El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento y el sufrimiento lleva al Lado Oscuro"

No. Lo que lleva al Lado Oscuro es la pérdida de la persona que más amas en la  vida. Y Anakin amaba a Obi-Wan más que a nadie en la Galaxia.

Nació siendo un esclavo a pesar de ser el Elegido de la Fuerza. Creció en un tienda que vendía partes mecánicas robadas, en un planeta situado en el Borde Exterior, un desierto lleno de carencias, en un lugar donde arriesgaba su vida para sobrevivir. En su planeta, la comida y el agua era escasa, por eso siempre valoraba la porción extra de comida que Obi-Wan le dejaba tomar de su propio plato. Todo lo que tenía era una madre cariñosa, cautiva en Tatooine y sólo sueños de ser libre. Y cuando el maestro Qui-Gon Jinn lo llevó a Coruscant, sintió que estaba tomando la decisión correcta; ser un Jedi era todo un honor, pero dejar atrás su vida, sus creencias, lo que él era y a la única persona que tenía en la vida, se sintió como una traición. Skywalker no lo sabía, pero él vivía feliz a su manera. Nunca antes había deseado nada más que, liberar a su madre de la esclavitud. Pero ahora, ella estaba muerta; él soñó con su muerte, así como ahora soñaba con la muerte de Obi-Wan. Su maestro, el hombre que lo había convertido en lo que ahora era, el Jedi que le dio lo mejor de sí y también lo peor, aquel al que más amaba con todo y sus defectos, Obi-Wan moriría en sus brazos y aunque aún no comprendía porque era él quien le quitaba la vida en sus sueños, estaba seguro que sólo era una señal de que el Consejo le haría daño al saber de su amor.

Nunca entendió el rechazo que el maestro Mace sentía hacia él. Desde la primera vez que puso un pie en la cámara frente al Senado, tanto Yoda como Windu le dejaron claro que su estadía en el Templo no era aprobada por ellos, nunca lo aceptarían como el Elegido. Y si él se quedó en la Orden, fue por la insistencia de Obi-Wan, fue su maestro quien insistió en que debía ser entrenado. ¿Y Yoda le decía que estaba mal el apego? Pues Anakin nunca estuvo de acuerdo. Él rompió esa regla, lo hizo desde la primera vez que, su maestro, lo protegió de todas las miradas reprobatorias que los miembros del Consejo le dirigieron, cuando se presentó ante ellos.

Cuando tenía 9 años y se le dijo que no podía ser un Jedi porque ya era tarde para ser entrenado, aceptó que debía de esforzarse el doble para sobresalir. Pero entonces, el Consejo recalcaba cada uno de sus defectos y él dejó de intentar impresionar a maestros insensibles que nunca valorarían su esfuerzo. ¿Acaso ellos le tenían consideración alguna por iniciar tarde su formación? Los Jedis buscaban el bien. ¿Era tan difícil ser solidarios con el niño que dejó una vida llena de amor? ¿Acaso no era más cruel, alejar a los niños tan pequeños de su hogar? Pues bien, él prefería ser débil, llorar cuando algo lo molestaba, reír cuando estaba feliz. Él elegía ser humano.

La victoria está reservada para aquellos que están dispuestos a pagar su precio. Pues bien, él lo estaba.

Pero por ahora, también estaba confundido, perdido en un lugar donde nadie confiaba en él. Y el maestro Mace Windu lo miraba con tanta desconfianza, con tanto recelo y desprecio, que agradeció la intervención del comandante de los clones en ese momento.

_ Maestro Windu. ¿Puedo interrumpir? _ el comandante Cody habló frente al Consejo mediante un holograma _ El General Kenobi ha hecho contacto con el General Grievous y empezamos el ataque.

_ Anakin, entrega este informe al Canciller. Su reacción nos revelará sus intenciones _ "Y las tuyas", pensó el hombre moreno.

_ Sí, maestro _ respondió el de rubios rizos, ajeno a los pensamientos de Windu.

[...]

_ Canciller. Acabamos de recibir un informe del maestro Kenobi. Ha atacado al General Grievous.

Una visita inesperada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora