Tocando las nubes

¡¡¡Corre!!!

Después de ver la escena me incorporé. Había preparado este plan toda mi vida y esta vez lo realizaría. Las condiciones:

1-) Mamá y papá estaban afuera y no iban a regresar.

2-) El trabajo de papá queda lejos por lo tanto su secretaria iba a tardar en llegar.

3-) Tenía todo preparado.

Me asomé por debajo de mi cama y saqué un bolso ya preparado lleno de medicina, comida, ropa, artículos de higiene y un teléfono celular. Me vestí rápidamente con una ropa cómoda pero lo hice de forma silenciosa para que los gorilas que se encontraban afuera no sospecharan.

Acto seguido agarro las prendas de la ropa sucia y las ato entre sí uniendo cada extremo con otro; veo que es suficientemente largo y lo ato a una de las patas de la cama. Me cuelgo la mochila en la espalda y empiezo a bajar desde el segundo piso de mi casa hasta el jardín usando mi cuerda improvisada como apoyo.

Todo marchaba a la perfección, hasta que escuché el taconeo de la secretaria de papá.

Mierda.

-Vengo a traerle esto a la mocosa, por su culpa me perderé parte de la fiesta- se supone que el trabajo de papá está lejos, ¡¿Cómo rayos llegó aquí tan rápido?!

Escuché el rechinar de la puerta abriéndose.

Oh no.

-Princesa, aquí esta...

-¡Se ha escapado!- exclamó uno de los guardias.

Aún faltaba un metro y medio para tocar el suelo, pero me lancé y la mochila amortiguó mi caída. Esperé tres milésimas de segundo para recuperarme, pero el par de gorilas estaban en la puerta.

Emprendí  la carrera de mi vida hasta llegar a las rejas y treparlas. Recuerdo que en segundo grado me la pasaba corriendo, pero esta vez iba súper rápido a causa de la adrenalina.

Giré para ver de reojo a los guardias, que se habían devuelto para buscar las llaves de las rejas.

Idiotas.

Seguí corriendo lo más que pude hasta perder de vista mi casa; aunque no sé hacia dónde me dirigía, me preocupaba que me alcanzaran, y lo más importante, que llamaran a papá para que enviara gente a buscarme.