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Desperté.
Abrí los ojos y desperté del profundo sueño donde hace apenas unos instantes me encontraba, gracias a la fuerte música que inundaba mis oídos, parecía de teatro de ópera. Lo primero que vi fue que estaba en un lugar totalmente desconocido y me incorporé en el edredón en donde me hallaba dormida hace poco. Noté que ya no tenía mi ropa, fruncí el ceño. Me la habían quitado y me la habían reemplazado por una sudadera verde marino, acompañada por un número tejido sobre la tela, a un lado de mi pecho.
395. Ese era mi número.
Cerré mis ojos fuertemente, intentando recordar que fue lo qué pasó.
Aquel hombre extraño, el juego de ddakji, los 100.000 wones, la investigación que me hizo y aquella propuesta que incluía esa extraña tarjeta con tres figuras y un número de teléfono.
Ah, claro, y las bofetadas... las muchas bofetadas que recibí.
Lo qué hacemos por dinero...
Llame el número de la tarjeta, acepte participar en los juegos con la esperanza de ganar mucho más dinero como él lo menciono, fui al lugar que me citaron, me subí a la furgoneta y.... y ahora estoy aquí.
Me frote mis ojos y observe al alrededor. Había muchas personas, cientos, vestidas iguales a mí, exceptuando el número que tenían y al parecer, igual de confundidos que yo. Algunas de pie dirigiéndose en la planta más baja y otras aún en sus camas con la intención de salir de ellas. Había cientos de camas, en formas de camarote con varios niveles. Agradecí estar en el primer nivel y me levanté de la mía.
Yo, al igual que estas personas nos encontrábamos en un gran salón, las paredes pintadas de blanco. Había demasiadas personas, fácilmente no se podría contar. Seguí por donde iba la gente y bajé unos escalones donde terminaba el lugar para dormir y fue cuando por fin visualicé el gran televisor frente a mí y me di cuenta de lo que decía.
456
Al parecer había 456 personas en esta sala.
Ah.
¡Pero eso no me daba las respuestas que necesitaba! ¿Nos habían secuestrado? ¿Todo fue una trampa? ¿Una mentira? ¿Iban a vendernos y a sacarnos los órganos? ¡¿Dónde estaban mis cosas?!
Metí las manos en los bolsillos de la sudadera, tanto en el pantalón como en la chaqueta y no había nada. No perdí oportunidad para ver dentro de esta y aunque como lo esperaba, no había nada, vi que tenía una camiseta blanca debajo de la vestimenta.
Estuve tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando había comenzado el bullicio de las personas y cómo estás formaban un círculo al parecer, siendo espectadores de algo, lo que sea que estuvieran rodeando.
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𝐒𝐪𝐮𝐢𝐝 𝐆𝐚𝐦𝐞 | 𝐂𝐡𝐨 𝐒𝐚𝐧𝐠-𝐰𝐨𝐨
FanfictionEl plan era simple: Ganar los juegos y salir con el dinero. Pero existieron muchas cosas que no precipité cuando acepté la tarjeta de aquel hombre con traje: El pago que conllevaría el perder, lo que por consecuencia me haría valorar por primera v...